Segunda novela que llega a mis manos del
escritor inglés Ramsey Campbell, muy reconocido en el género de terror sobre
todo por sus relatos cortos y por la gran adaptación al cine que Jaume
Balagueró hizo de su libro La secta sin
nombre. Mi última obra leída es Imágenes
malditas, publicada en 1989, obra que, a mi gusto, no creo que sea de las
más destacables dentro de la extensa biblioteca de Campbell. Hace ya años que
leí Cartas malditas, del mismo autor,
de la que guardo un mejor recuerdo que de esta nueva novela “maldita”; y ya más
reciente tengo la lectura de su relato Cortes
de tela, incluido en la antología de varios autores Horror 3, antología de la que prefiero no acordarme.
El
personaje principal que lleva los hilos de la historia prácticamente ella
solita es Sandy Allan, una joven montadora de cine y televisión que tiene la
obligación de limpiar el nombre de su compañero de trabajo y amigo Graham, el
cual aseguraba haber encontrado una película “inexistente” de los años 30
protagonizada por Boris Karloff y Bela Lugosi, titulada La torre del miedo. La misma noche que Sandy tenía previsto verla
junto a Graham, este fallece en extrañas circunstancias y la película
desaparece misteriosamente. Es a partir de aquí cuando comenzará la incesante búsqueda
por parte de Sandy de alguna copia existente de dicha película, manteniendo
continuas entrevistas con personas que formaron en su día parte del equipo de
rodaje.
Lo que desconoce la montadora es que a raíz de su búsqueda, un poder
maléfico despertará su ira contra todos aquellos que guarden relación con La torre del miedo. Unas fuerzas
poderosas están detrás de la película, todo por salvaguardar un secreto
escondido en las imágenes de esa cinta que podría desvelar al mundo un antiguo
y sangriento ritual que se produce en el pueblo de Redfield cada cincuenta
años. Precisamente en el año en que se desarrolla la historia es cuando toca
que esas fuerzas se agrupen para realizar un nuevo ritual… eso si Sandy no descubre
antes ese secreto y lo impide.
A favor: Novela con más elementos de
misterio que de terror que para los cinéfilos amantes del miedo como yo les
atraerá por su argumento y por esas leyendas negras que han tenido ciertas
películas del género como El exorcista o
La semilla del Diablo.
En contra: El trabajo de investigación que realiza
Sandy sobre La torre del miedo es
prácticamente desde el principio hasta casi el final del libro, sin poca más
variedad en la historia que entrevistas y más entrevistas a personajes, y que
siendo calificada como novela de terror, su
contenido terrorífico es con cuentagotas, muy escaso.
La frase: “Estábamos hablando de ese hombre de la
televisión, el que se cayó del tejado. Decía que si no quería acabar así, quizá
no debiera haberse empeñado en hacer revivir películas de terror.”
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