miércoles, 22 de agosto de 2012

Carlos Maza, el autor más prolífico de Bubok



                 Su último y más reciente libro publicado en la Editorial Bubok se titula Morir por la República, un libro que nos cuenta la historia del motín de la fragata española la Numancia en 1911, en la recién proclamada República portuguesa. Y este libro en concreto es el número 67 en la extensa biblioteca de Carlos Maza Gómez, lo que le convierte en la actualidad en el autor más prolífico del universo bubokero.


            Nacido en Marruecos en 1954, pero de padres de origen español, Carlos Maza es profesor de Matemáticas en la Universidad de Sevilla, donde lleva trabajando más de treinta años. Su pasión por escribir lo ha reflejado en Bubok con obras muy diversas y variadas que van desde la novela, el cuento, las crónicas periodísticas y de viajes, y por supuesto las matemáticas, que no podían faltar entre sus escritos. Así hasta sumar 67 libros publicados los cuales todos ellos merecen ser leídos y descubiertos por cada visitante de Bubok; todos ellos despertarán un gran interés en el lector que se preste a viajar al sugerente mundo literario que el amigo Carlos tiene para mostrarnos. Desde la historia de las Matemáticas a los crímenes del hombre lobo de Allariz o de Gádor, pasando por las visitas turísticas a bellos rincones de Andalucía o Extremadura.


            Para aquellos que quieran saber más sobre el escritor más prolífico de Bubok, les recomiendo que visiten su página personal: http://personal.us.es/cmaza/maza/libros.htm. También recomiendo que descarguéis gratuitamente (todas las descargas de sus ebook son gratis) Mis obras recomendadas, un manual donde conoceréis más detalles sobre los libros más destacados escritos por el ya célebre profesor Maza.


martes, 14 de agosto de 2012

Onofre, ese viejo maldito (1ª Parte)


        Dichos y hechos que nacen en la voz, la memoria y el corazón del anciano Onofre, personaje protagonista de la novela de Emcharos "Yo fui un maldito" (Ed. Bubok).


“La soledad es una terrible enfermedad. Tiene un proceso lento, triste, melancólico. Buscas curarte por cualquier rincón de tu casa, por cualquier imagen o recuerdo. Pero no te cura. Te hace sentir más solo.”


“Dejé el peine en el lavabo en cuanto terminé, y volví a reflejarme en el espejo, echando unas miraditas como si me dispusiera ir a ligarme a la tía más buena del barrio. Aunque esa época ya había pasado. Y lo mejor: había logrado ligarme a la tía más buena del barrio.”


 “Llegaba la hora de marcharme. De decir adiós a mi hogar, a Rosario, a Carlos. Dejar atrás mis vivencias, mis tardes a solas, y empezar con una nueva rutina, una página diferente y a la vez inquietante en mi vida. Cogí la maleta con inseguridad. Apenas pesaba. Contemplé el salón con cierta emoción. Cuando comprobé que todo estaba en orden y en calma, abrí la puerta para salir, y antes de cerrar definitivamente, tuve el impulso incontrolado de volver a mirar hacia el interior de mi casa.”


“Mantener una conversación con un niño de cuatro años podía llegar a ser tan interesante como hablar con un periodista de la prensa rosa. Te hacían preguntas directas, que iban al grano. Y cuando tú le hacías una del mismo calibre, se hacían el remolón y cambiaban de tema si no les interesaba. Al menos, estaba seguro de que no me aburriría. Ellos no se cansan de hablar. Tampoco los periodistas.”


“Una residencia pequeña y tétrica, alejada de la ciudad, de toda vida humana, y rodeada por un bosque sombrío, lleno de ruidos extraños y presencias imaginarias. Era el mejor reclamo para que Hitchcock rodara una buena película de suspense, o Stephen King escribiera una novela espeluznante.”


“Creía en Dios, en la Virgen Santísima, en los ángeles, en los demonios, en todos los seres celestiales y del infierno. Creía hasta en las maldiciones, en las mías. Pienso que todo puede ser creíble. Si a mí me había sucedido y había creído en esta putada, ¿por qué no creer en los que han visto la presencia de la Virgen en un monte? ¿O el que ha visto un platillo volante sobrevolar su pueblo? Todo podía suceder, absolutamente todo. Lo que nunca te esperas que vaya a pasar, al final pasa.”


“El subconsciente era un verdadero hijo de puta. Un ser perverso y maligno, que nunca pensaba ni decía algo con cordura ni racional. Todo de lo que eras incapaz de decir a la cara, se concentraba en ese espacio de mi cabeza, como si estuviera poseído por un demonio que me ofrece ciertas instrucciones que puedo escoger o rechazar, ya lo que decidiera mi voluntad.”

lunes, 6 de agosto de 2012

Encuesta: ¿Cuál es la saga más fantástica del verano?



               El verano, durante nuestras vacaciones, es un periodo ideal para dedicarle más tiempo del habitual a la lectura. Y en este verano, las lecturas que más están triunfando entre los lectores españoles son las de dos sagas de fantasía y épicas aventuras: Canción de hielo y fuego, del escritor estadounidense George R. R. Martin, y Los juegos del hambre, de la autora también estadounidense Suzanne Collins. Ambas sagas llevan ya meses liderando el ranking de libros más vendidos en España. Y tomando esa interesante y reñida puja va dirigida la encuesta de hoy: ¿Cuál crees que es la mejor saga literaria de las dos? ¿Con cuál disfrutaste más al leerla? ¿Te quedas con el continente de Poniente o prefieres viajar al país de Panem? ¿Cuál merece llevarse el título honorífico de ser la saga más fantástica del verano de 2012? Como siempre, el público emcharista tiene la palabra y el voto.


            Respecto a la última encuesta publicada en Emcharos 2002, en donde se preguntaba si el terror literario en España es un género chico o grande, la mayoría de votos fue encaminada a que es un género grande y que merece tener un sitio privilegiado entre las editoriales más importantes.


miércoles, 1 de agosto de 2012

Lo último leído: Blaze



                Regreso a las historias de mi idolatrado maestro Stephen King, esta vez con una novela de baúl. Una novela que King escribió en 1973 (justo antes de que se pusiera a trabajar en su primer éxito comercial, Carrie) y que no ha llegado a publicar hasta treinta y cuatro años más tarde, en 2007. Se titula Blaze, y cuando el autor de Maine la releyó por aquellos años 70, pensó que era una auténtica mierda (palabras textuales de King) que no valía la pena enviarla a una editorial. Blaze quedó en el ostracismo durante más de tres décadas, hasta que llegó su hora de que por fin saliera a la luz. Y permítame que le corrija, maestro, pero de mierda nada. Cierto es que no se trata de la gran novela de terror a la que nos tiene acostumbrados con sus lecturas, sino una historia más sentimental y emotiva, del estilo de otras de sus obras como El pasillo de la muerte, Dolores Claiborne  o Corazones en Atlántida.


            Blaze, así se llama el personaje protagonista del libro, es un hombretón de dos metros de altura, ciento treinta y seis kilos de peso y discapacitado mental, que se dedica al trabajo sucio de delincuente: robos, estafas, chantajes, y a algo nuevo que prepara hacer con George, su inseparable compañero de trastadas: un secuestro, en concreto el de un bebé de una adinerada familia. Su mejor golpe planeado. Al fallecer George, el cerebro de la operación, Blaze tendrá que encargarse él solo de que el secuestro salga perfecto y pueda cobrar el millonario botín sin ningún tipo de problema.


            Además del secuestro del bebé rico, la novela nos describe la vida tan dura y desgraciada que tuvo Blaze desde que era un niño: el fallecimiento de su madre cuando él tenía tres años, las palizas que recibía de su alcohólico padre y que le provocaron su discapacidad, los castigos en el centro de acogida por parte del director, los abusos de las familias de acogida, sus etapas en prisión, su primer y desafortunado amor, la muerte de su mejor amigo de la infancia, el hijo que nunca llegó a conocer… Hechos que nos harán contemplar de que estamos ante de uno de los personajes más entrañables del universo de Stephen King. La larga espera por conocer a Blaze valió la pena.



            A favor: Para los lectores que sean de lágrima fácil y que les guste emocionarse con historias dramáticas que tocan la fibra sensible, Blaze es uno de esos libros que os calará hondo. Stephen King vuelve a demostrar con esta novela que no sólo se le da bien asustar a sus seguidores.

            En contra: El argumento de Blaze tampoco es que sea muy rebuscado, ya que de secuestros se ha escrito y leído mucho en literatura. El final, como es de esperar por el lector constante, también le resultará predecible, aunque se mantenga el suspense hasta casi la última página.

            La frase: “A veces miraba al cielo y veía un pájaro, y aquello podía hacerle feliz, pero a menudo sentía algo dentro de él que se hacía cada vez más pequeño y estaba a punto de romperse. Es malo sentirse así, pensaba, y si así me siento, no debería observar a los pájaros. Pero a veces alzaba la vista al cielo…”