martes, 29 de junio de 2010

Gritando en Silencio

Al igual que hay escritores que exponen sus libros en Internet con descargas gratuitas para poder llegar así a cuantos más lectores posibles (caso de un servidor y de la mayoría de autores que publican en la Editorial Bubok), también hay grupos de música que hacen lo mismo en la red con sus discos, para atraer al mayor número de seguidores de todo el mundo de la forma más asequible.
“Gritando en Silencio” es un ejemplo de ello. Grupo de mi tierra, de Sevilla, es el último gran exponente del rock andaluz actual. Su primer disco, Contratiempo, se puede descargar gratuitamente desde su web http://www.gritandoensilencio.net/ . Discazo, todo hay que decirlo, pero más que decirlo, hay que escucharlo para lograr ese calificativo que se ha ganado con absoluto merecimiento.
El nombre de esta banda sevillana lo dice todo: hay muchos escritores, músicos, pintores,… que estamos ahí, en el sombrío anonimato, gritando desde el silencio. Gritando para que se nos lea; gritando para que se escuche nuestra voz; gritando con trazos de colores que dibujen nuestras vidas. Y ahí seguiremos estando… aunque sea gritando en silencio.

“Y todo sabe a despedida,
y en mis labios sabe a alcohol,
en callejones sin salida
a caído muerto el amor;
Voy de paso por la suerte,
nunca me ha asustado la muerte,
sólo quedan los escombros
de soñar con poder verte;
Aunque no tenga soga al cuello,
sigo sin poder ladrar,
que siento que perdí mis sueños
en la puerta de algún bar.”

Letra de la canción “Rutina en las venas”, de Gritando en Silencio.
Autor: Marcos Molina.



viernes, 25 de junio de 2010

El futuro incierto del guionista

Estudiar cine es algo muy bonito, sí, algo maravilloso. De cine, nunca mejor dicho. Y más aún en mi caso, estudiar guión. Escribir esas historias que tienes en la cabeza para la pequeña o gran pantalla. Aquella fue una etapa inolvidable en mi vida, donde tuve la suerte de trabajar en varios cortometrajes (véanse en la sección de este blog “Cortometrajes de Emcharos”) y poco después en una productora de cine y TV sevillana, con el guión de una serie.
Pero claro, no todo reluce en la vida del guionista. Es una profesión alta complicada a la cual dedicarse, y somos muchos los que al final tenemos que trabajar en otra cosa bien distinta a nuestro oficio. Lo que pasa es que el que es guionista es guionista aquí y en Pekín. Y eso puede ser una satisfacción o un peligro, según se mire.
Un guionista carnicero, por ejemplo. Ese carnicero no te va a apuntar el precio de una pechuga de pollo en el papel donde viene envuelta. Seguramente te pondrá: La batalla ha finalizado. La pechuga de pollo ha sido derrotada por los pinchitos morunos. Ahora la pechuga es expulsada del reino… ¡¡para siempre!!
Pongamos ahora el ejemplo del guionista camarero. Esa familia dominguera que espera impaciente la cuenta en el restaurante. Y cuando se la trae el camarero en su platito, y la lee el cabeza de familia: Tres cervezas = un trío de rubias prostitutas. Cuatro Coca Colas = una banda de negros rabiosos. Una ensaladilla con cuatro tenedores = una mujer blanca en peligro. Cuatro tapas de caracoles = muchos cuernos. Total de la cuenta = un barrio conflictivo de Nueva York.
El guionista carpintero puede ser también un caso, más todavía si encima es creyente y te pone escrito en una silla recién hecha: Jesús fue también carpintero… ¡¡y yo conozco su verdadera historia!! ¡¡La conoceréis próximamente en estreno en la mesita de noche!!
O el guionista fontanero, ese fontanero que llegue al baño inundado de un piso, y de buenas a primeras se monte encima de la bañera, emocionado y gritando: ¡¡Soy el rey del mundooooo!!
Y el que sea guionista butanero, ya sabéis que no sólo va a pregonar el típico “butanoooo", sino que además añadirá: ¡¡Butanooooo, escena uno, exterior calle díaaaaa!! ¡¡El butanero se baja del camión!! ¡¡Butanooooo, escena dos, exterior calle, díaaaaa!! ¡¡El butanero se coge una bombona llenaaaa!!
Contratar a un guionista albañil también puede acarrear sus problemas, cuando en vez de construir una casa adosada te construya un plató de televisión. O un guionista pescador, que se olvide de pescar atunes y doradas y se obsesione con ir a la caza del Tiburón de Spielberg. Y el colmo sería ya un guionista pintor de brocha gorda, que cuando te esté pintando una tapia te escriba en ella con letras grandes: ¡¡Yo escribí “JACA AL CABALLO” y ningún productor me lo compró!! ¡¡CABRONES!!
Verdad es que el futuro del guionista es incierto, pero visto lo visto, no sólo es incierto con el guión, sino además con el resto de las profesiones que elija. Ahora Emcharos deja de escribir en su blog. Apaga el ordenador. Se levanta de la silla y se marcha de su estudio a tomar una cervecita al bar. FIN.

miércoles, 23 de junio de 2010

Las horas de Virginia Woolf

“Mirar la vida a la cara, siempre; siempre hay que mirarla a la cara y conocerla por lo que es; así podrás conocerla, quererla por lo que es y luego guardarla dentro; guardar los años que compartimos, guardar esos años, siempre; y el amor, siempre; y las horas…”
Eran las últimas palabras de la escritora inglesa Virginia Woolf antes de suicidarse en la película que nos cuenta retales de su vida: Las horas. Esas palabras iban dedicadas a su marido Leonard, y también van dirigidas a cada uno de nosotros.
Situarse cara a cara con la vida, como en un duelo al sol en el salvaje Oeste, y desenfundar rápido del corazón la mirada más esperanzadora y la mejor de las sonrisas… siempre.

lunes, 21 de junio de 2010

Contenedor azul = papel

En uno de los rutinarios paseos por mi pueblo, me llevé una incómoda sorpresa al comprobar que en una de las calles de un determinado barrio, en el suelo, a escasos centímetros de una casa en obras, habían esparcido un centenar de folios escritos con apuntes de a saber qué.
Para los que aún no se han enterado de qué va la historia, el papel que no nos sirve para nada no se debe arrojar al suelo, como si fuera un simple envoltorio de chicle. Es en un contenedor de color AZUL (lo pongo en mayúsculas para que se me entienda mejor) donde debe ir a parar todo ese papel inservible. Creo que no es tan difícil asimilar tal concepto, pero no sé, hay a algunos que les cuesta más de que se le meta en la cabeza. Pero para eso está un servidor, para recordarlo a todo el que no esté puesto en el tema.
El reciclaje del papel es un hecho muy beneficioso y fundamental para nuestro medioambiente, por evitar así la tala desmesurada de árboles, que a la postre tardan años y años en volver a crecer (entre 50 y 60 años para ser exactos). Como verán, es una lástima tener que cargarnos tantos bosques y tanta naturaleza, pudiéndose evitar con sólo depositar el papel desechable en ese contenedor AZUL. ¿A que es fácil? Contenedor azul = papel.
Tengo claro de que se puede hacer un mundo mejor y sano en todos los sentidos, pero para eso cada uno debemos colaborar para que ese mundo del mañana, ese mundo que les aguarda a nuestros hijos, nietos y biznietos, sea un mundo donde se pueda vivir en condiciones agradables y provechosas para nuestra salud y bienestar. Es la mente y la mano del hombre de quien depende de que exista o no ese mundo.
Por mi parte, qué queréis que os diga: prefiero respirar el aire puro y fresco de la montaña, tener la vitalidad de un verde bosque y adormecerme con el relajante ruido de hojas secas al pisar que asfixiarme en la ciudad con su contaminación, sus humos tan negros como la muerte, y sus aceras con hojas de papel blanco manchadas de tinta que nos llevan a la firma de la autodestrucción. Sin embargo, aún hay posibilidades y esperanzas de cambiar ese mundo fatal. Todo depende de ti, de ti, y también de ti.

jueves, 17 de junio de 2010

Libros prohibidos 7: El exorcista

Hay novelas que por algún motivo en especial jamás deberían haberse llevado al cine, aunque tuviéramos que lamentarlo más de un aficionado al Séptimo Arte. Tal puede ser el caso del archiconocido film El exorcista, considerada para muchos críticos cineastas y para los amantes del género de terror como la película más terrorífica de la historia. Una película maldita. O tal vez, un libro maldito.
El exorcista, novela basada en un exorcismo existente ocurrido en un niño de Estados Unidos en 1949, fue escrita por el autor del mismo país William Peter Blatty en 1972. El libro fue un gran éxito de ventas en todo el mundo, tanto, que al año siguiente saltó a la gran pantalla, con producción y guión de su propio creador. Su adaptación cinematográfica, como es normal, acaparó más la atención de la sociedad que la versión literaria. Llegó a ganar dos Oscar, uno de ellos al Mejor Guión Adaptado. Lo que no se supo hasta tiempo después es lo que pasó durante y tras el rodaje de esta diabólica película.
El fallecimiento de personas allegadas a los actores, la muerte repentina de algunos de esos actores, extraños incendios en los set de rodaje, peleas en el equipo técnico,… Su puesta en cines provocó varios ataques de nervios y de corazón en algunas personas y abortos de mujeres embarazadas que la vieron, teniendo que estar continuamente las ambulancias en las cercanías de las salas donde se proyectaba.
Sufrió el acoso y el dedo acusador de la Iglesia, tachando la creación de Blatty como una película satánica obra del Demonio, la cual podría causar un terrible pánico a la humanidad anunciando la inmediata llegada del Anticristo. En la ciudad de la Santa Sede, Roma, un histórico edificio con más de 400 años de antigüedad fue incendiado por la caída de un rayo justo el mismo día en que se estrenó dicha película.
Mencionar también la maldición que arrastró de por vida la prometedora carrera de la niña Linda Blair, que después de El exorcista no volvió a saborear las mieles del éxito como actriz.
Toda esta leyenda negra nació a raíz de la imaginación narrativa que William P. Blatty plasmó en su libro escrito más famoso y leído, su libro más polémico, basándose en un hecho que quizás sucediera tal como lo describe… o quizás fuera más mito que realidad. Se traten de simples casualidades o no todo lo que acaeció con su adaptación al cine, queda claro que a veces, tentar al Diablo puede acarrear un infierno que no es precisamente de película; que puede llegar a ser muy real.

martes, 15 de junio de 2010

La Cita del Día 12

“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad.”

Pearl Buck, escritora estadounidense.

viernes, 11 de junio de 2010

Piropo

"Piropo… Piropo… Qué nombre más bonito tienes. Cómo gusta mencionarlo a boca llena. Que no se cansa uno nunca de repetirlo. Piropo… Pero, ¿quién nació contigo? ¿Con quién saliste a la calle por vez primera? ¿Quién oyó tu primer susurro en el viento? ¿A quién dibujaste la primera sonrisa en su cara? ¿A quién hiciste llorar de felicidad? ¿A quién pusistes colorá de la noche a la mañana?
Hay tantos nombres que se me pasan por la cabeza… Tantas posibles respuestas… Quizás fue la mirada de Lucía, esa mirada que se clava como una espina en el corazón; una espina que no hiere, sino que quiere.
O los elegantes andares de Elena, que me llevan por los caminos y las curvas de la locura, porque ya no se puede andar mejor.
No… Fueron los inocentes labios de Verónica los que me impregnaron de besos de amor furtivo en mi adolescencia, y que todavía perduran tatuados en mi boca.
Pero no puedo olvidarme de la dulce voz de María, esa voz gitana que me cantaba bulerías a la vez que la madre luna dormía con su nana a sus hijas las estrellas.
Y Teresa… Teresa y ese largo pelo negro que ondeaba al aire realzando su bandera de mujer; realzando como una mujer de bandera.
El perfume de Carmela, ese aroma en su piel que embriagaba más que el mismísimo vino peleón, que hasta los bares se quedaban vacíos para poder beber de tu incomparable esencia.
La sonrisa de Dolores, esa sonrisa capaz de alegrarte el peor de los días, capaz de hacer que reluzca el sol entre tormentas y nubarrones.
Rosario, abuela, tus piropos se vuelven fe y sabiduría de muchos años vividos, de muchos años luchados, en tiempos donde más se tenía que luchar.
Mercedes, ama de casa y más trabajadora que nadie, la que levanta su hogar con unos buenos días y en las buenas noches cae rendida en su lecho de despertares.
Esperanza, esa niña que quita el sentío saltando a la comba mientras que a sus padres, abrazados, se les cae la baba al verla llena de tanta vitalidad y energía con sus primeros saltos en la vida.
Tú que eres madre, Isabel, que amas y sufres por tus hijos, que te quitas el pan de tu mano para que a ellos no les falte de na; que muchas veces peleas y das la cara por la sangre de tu sangre sin que te paguen con na.
Diana, que sepas que no serás menos mujer aunque te vistas con harapos y te quedes sentada en el suelo pidiendo una limosna. Que la que es mujer, aun sin pintarse y sin el traje de sus mejores galas, es guapa, guapa y guapa.
El baile de Luisa, su poderío de melodías taconeando y sus manos danzantes entre rumbas y seguidillas; Irene, la que transita las esquinas de este puto mundo que la rechaza y la discrimina; la palabra escrita de Rosa, flor de poesía sembrada en páginas del más bello jardín; y Ana, tú no me llores porque estés malita, porque mi piropo va también para ti; que el piropo no nació con Elena, ni Lucía, ni Verónica; que no se hizo para María, Teresa, o Carmela, que no se muere por los huesos de Dolores, Rosario, Mercedes, ni con los de ningún otro ser; que el piropo nació con Dios, para que después lo hiciera mujer."
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Poesía de Emcharos recitada por su autor en Écija (29 de mayo de 2010).
Todos los derechos reservados.

miércoles, 9 de junio de 2010

Poema a la mujer maltratada

"No escondas tras tu velo las lágrimas de la vergüenza,
No peines tu amargura por el recelo al qué dirán,
Olvídate de pensar que los días pasarán,
Y que todo lo curará la receta de la paciencia.

No disfraces tu tormento con una dulce sonrisa,
No te pintes la cara para maquillar la realidad,
En tu pecho, tu corazón late con la verdad,
Y grita en silencio por salirse de tu camisa.

Tus vecinas al pasar por la calle te preguntarán,
Querrán saber del por qué de tu piel oscura,
Sus palabras las arrojarás a la basura,
Y sin más les dirás: aquí no ha pasao na.

Los niños y niñas de la Plaza 1º de Mayo,
Te cogerán de la mano y jugarán contigo,
Pero te soltarás de tus pequeños amigos,
Y evitarás que en el brazo te hagan más daño.

Las flores de los parques te mirarán al pasear,
Rosas, lirios, azahar, y jazmín,
Qué pena la flor que va por allí,
Destrozada y deslucida al marchitar.

Los jilgueros y canarios no te volverán a cantar,
Sus melodías y compases los dejarán de lado,
Entonando una plegaria con aires de amparo,
Que revolotea para que no te vuelva a pegar.

Hasta tu casa ya no es la que era,
Ya no se respira amor y felicidad,
Ahora quien camina es la maldad,
Con la mano levantá, la que te espera.

¡Basta de velos y amargura, mujer!
¡Basta de disfraces, silencios y paciencia!
Que el hombre que te ama con candencia,
No te maltrata, sino que te ha de querer.

Porque los besos no se dan con guantazos,
Ni los piropos con voces atacadas,
Las caricias con una mala patada,
E insultos en lugar de abrazos.

Y si es así, ¡escapa, huye de tu prisión!
Las puertas las tienes abiertas de par en par,
Que no hay carcelero que te quite la paz,
Y la libertad de ser una mujer mejor."

Poesía de Emcharos recitada por su autor en Brenes (11 de diciembre de 2009)
y en Écija (29 de mayo de 2010)
Todos los derechos reservados


lunes, 7 de junio de 2010

Si me enamoro algún día, me desenamoraré…

Decían las letras de unas sevillanas que “si me enamoro algún día, me desenamoraré, para tener la alegría de enamorarme otra vez”. Enamorarme otra vez… Volver a sentir ese añorado cosquilleo de mariposas revoloteando dentro de mí. Volver a ser el protagonista del sueño más bello jamás soñado. Tener un nuevo e ilusionante beso tatuado en mis labios con forma de media luna. Una nueva cicatriz grabada con una caricia que reposa en mis mejillas. Volver a creer en el amor verdadero.
Últimamente, a este loco que os escribe desde su acalorado estudio (la maldad del compadre Lorenzo ya es tremenda) le está pasando algo extraño. Algo que no le ocurría desde hace más de un año, y que no pensaba que volvería a ocurrirle tan pronto y de una manera tan inesperada. No, yo no veo muertos como el niño del Sexto Sentido, como tampoco veo a tres en un burro. Veo…
Veo que mi estudio de horrores ya no me da tanto miedo. Las brujas con verruga en la nariz se han transformado en inmaculados ángeles celestiales; los oscuros castillos en ruinas son ahora esplendorosos palacios de cristal rodeados de ensoñadores bosques; las vampiresas maquilladas con sangre son dulces princesas ataviadas con vestidos de fiesta y los murciélagos… sí, son mariposas adornadas con arco iris de colores.
En el cielo, nubes convertidas en guiños de mujer me dan cada mañana los buenos días; escucho a los pájaros cantar baladas propias de Luis Miguel. Y la dichosa sonrisa tonta que no se me quita de la cara, para que después, una vez caído el oscuro velo nocturno, me ponga a hablarle de hermosuras y preciosidades a mi fiel psicóloga la mesita de noche.
Debería ir al médico a que me viera. Pero, ¿para qué? ¿Me curarán sus tóxicas medicinas o sus ilegibles recetas? Además, yo sé mejor que el médico qué es lo que me pasa. Lo que no sé es cómo se cura; no sé si en realidad tiene cura. Aiiiiiiiii…
He vuelto a suspirar. He vuelto a saber qué es un suspiro. Su significado. De donde viene. Suspiro, y yo con estas pintas. Sin afeitar, con malos pelos, en chanclas y con una camiseta blanca manchada de tomate. ¡Dios, tengo que hacer algo!
Afeitarme, ducharme, vestirme con una camisa mona, un pantalón mono y unas zapatillas del mismo simio. Desodorante, colonia, quitarme las gafas y ponerme las lentillas, peinarme, tener buenos modales, tener una chispa de gracia, estar atento a las jugadas, mostrarme cariñoso y elocuente,…
Uffff, me matan los nervios. Y todo por un simple suspiro. No sé cuánto durará. Si será breve o duradero. Si me decepcionará al final o sin embargo me llevará a otro suspiro más maravilloso y placentero. Sea como sea… Aiiiiii…. Con vuestro permiso, voy a dar un paseo en el coche. Necesito ir al parque más alejado del mundo y quedarme por un momento a solas. Dibujaré un corazón en uno de los bancos, tocaré madera y esperaré con paciencia los cálidos abrazos de su latir.

jueves, 3 de junio de 2010

Lo último leído: Pasajes del terror

Pasajes del terror fue originalmente un espacio radiofónico emitido en España e incluido en el exitoso programa “La Rosa de los Vientos”, que presentaba en Onda Cero el periodista y escritor albaceteño Juan Antonio Cebrián, ya fallecido. En este espacio, que se convirtió en líder de audiencia la noche de los martes, Cebrián retrataba con todo lujo de detalles las atrocidades y horrores cometidos por los asesinos más célebres en la historia de la criminología.
Un año después de su emisión, en 2003, esos mismos relatos de la radio pasaron a ser relatos en papel. Un total de treinta relatos, treinta vidas que a más de uno pondrá el vello de punta y hará que le impida seguir leyendo, intentando alejar de su mente las descripciones de cómo esas personas de apariencia normal y tranquila llegaron a convertirse en auténticos monstruos sanguinarios. Porque, querido lector, todo lo que leerá en las páginas de Pasajes del terror es real. Nada es ficticio.
Real es que Alexander Pearce obtuviera gran placer engullendo carne humana; real es que Fritz Haarmann vendía por las calles de Hannover la carne de las personas que descuartizaba; también es real que Peter Kurten bebía la sangre de sus víctimas; y real es que Albert Fish se autoflagelaba con brutalidad y que Ed Gein tenía amueblada su granja con huesos y piel de hombres y mujeres. Eso sin contar que Chikatilo extraía los ojos de sus presas para que no le mirasen mientras realizaba sus crueldades o que Adolf Luetgart transformó el cuerpo de su esposa en jabón. Y no entro en más detalles por los débiles de estómago.
Entre los dossier, mencionar a psicokillers tan conocidos en nuestra sociedad como Belle Gunnes (la viuda negra), de la que cuyo final nada de supo a ciencia cierta, o Charles Manson y su Familia, autores del asesinato de Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polansky, estando ella embarazada.
Tras su lectura, me quedó clara una cosa: que la infancia vivida por uno puede ser crucial para lo que le vaya a deparar en un futuro no muy lejano. Un futuro que, si no se evita a tiempo y se le pone remedio, puede estar salpicado de sangre y vísceras.

A favor: Las historias aquí presentes harán reflexionar al lector del porqué del salvaje comportamiento de ciertos seres humanos. De cómo alguien puede llegar a ser una máquina de matar. Se agradece que la obra de Cebrián, entre tantos párrafos desagradables, no esté exenta de ironía.
En contra: Es una lástima que no se profundice en todos los casos de asesinos que incluye el libro. También se echa en falta a psicokillers españoles, como por ejemplo Manuel Blanco Romasanta o la Vampira de Barcelona.
La frase: “Grace se sentó en mi regazo y me besó. Entonces decidí comérmela… Qué dulce y tierno era su culito asado al horno”. Albert Fish, el ogro de Nueva York.

martes, 1 de junio de 2010

La poesía de Emcharos enamoró y emocionó a la mujer sevillana en Écija

El pasado 29 de mayo, en el histórico pueblo de Écija, tuvo lugar uno de esos días que difícilmente se marcharán de mis recuerdos más emocionantes y bellos jamás vividos.
Fue en Écija donde se celebró el VI Encuentro de Asociaciones de Mujeres de la Provincia de Sevilla. Yo fui invitado por la Asociación de Mujeres IDEM de Brenes, a la que estoy muy agradecido por el buen trato que en todo momento tuvo conmigo y por haberme dado la oportunidad de seguir haciendo llegar mi palabra escrita al máximo número de personas.
Eso sí, no me esperaba que aquella carpa en el Parque de San Pablo pudiera albergar a más de 3000 asistentes, la mayoría mujeres, claro está. Como tampoco me esperaba ver cámaras de televisión delante del escenario y menos aún que asistiera la mismísima Ministra de Igualdad, Bibiana Aído. Los nervios, más en mí conociéndome como me conozco, afloraron enseguida por la relevancia del evento.
Pero una vez en el escenario, esos fastidiosos nervios se fueron disipando. Releía las dos poesías que tenía que recitar: una dedicada a la mujer maltratada y la otra piropeando con letras mayúsculas a la mujer. Después levanté la cabeza, observando con atención: no sé si era yo o era un doble de Joaquín Sabina, por la cantidad de gente que veía frente a mí mirándome expectante.
Pero eso no puso nada nerviosa mi voz poeta. Empecé a recitar mi Poema a la mujer maltratada, ante el inquietante silencio de las miradas que se me clavaban, para que, finalizado mi recitar, se rompiera entre aplausos y “oles” como nunca había tenido la suerte de presenciar. Con Piropo, el mismo ritual. Y nuevamente, los aplausos y vítores me pusieron el vello de punta.
Ya fuera del escenario, fui asaltado por numerosos gestos de felicitación y admiración por mis trabajos. Me quedo con el afecto especial de una señora mayor, de Los Corrales, que se me vino emocionada a abrazarme, dándome dos besos por lo bonito que lo había escrito y recitado. Me dio hasta una dirección para que le hiciera el favor de mandarle las dos poesías y tenerlas consigo para siempre.
El cariño y el elogio para un escritor es lo más que uno puede recibir del pueblo. Ambos términos los había recibido mediante los correos de algunos lectores de mis libros, pero vivirlo de una manera tan cercana como lo viví en Écija, eso no lo había experimentado nunca. Esas instantáneas ya son imborrables en mi álbum de fotos, y prometo desde mi blog que amenazo con volver a repetir. Y es que cuando uno se siente tan querido, tan apreciado por tanta gente, cuesta mucho bajarse de ese escenario.