viernes, 31 de mayo de 2013

Últimas notas de fin de curso

 
 
         Parece mentira que era ayer mismo cuando comentaba en mi blog mi regreso a los estudios reglados y ya haya terminado (con gran éxito además) mi primer año de FP en Atención Sociosanitaria. ¡Cómo se ha pasado el tiempo! Era ayer mismo cuando entré a mediados de septiembre por vez primera en aquel aula con cocina incluida y que le ponía caras a los que iban a ser mis compañeros de clase hasta finales de mayo. Como me era de esperar, la gran mayoría eran chicas y la gran mayoría con menos edad que yo (exceptuando a Mari Carmen, todo un modelo de estudiante y de persona).
 
 
            Era ayer mismo cuando conocí a mi tutora Victoria y al resto de profesoras (Carmen, Lorena, Natalia), que tanto nos han ayudado, enseñado y que tanto han aguantado. Era ayer mismo cuando comencé a estudiar apuntes de Atención Sanitaria (aparatos digestivo, cardiovascular, respiratorio,…), Psicología (modelo biopsicosocial, habilidades sociales, resolución de conflictos,…), Apoyo Domiciliario (limpiar, coser, cocinar,…), Alimentación y Nutrición (nutrientes, grupos de alimentos, planificar menús,…), o de Necesidades Físicas y Psicosociales (discapacidad mental, física, sensorial,…). Ayer mismo era cuando hice nervioso mi primer examen en mi pupitre y que logré aprobar con muy buena nota, como todos los exámenes que vinieron después.
 
 
            Era ayer mismo cuando Adri me empezó a hablar de su pasión por el Betis y por la Semana Santa, la pasión de Encarni por la limpieza y por su Milagrito, la pasión pastoreña de Carmen Loli y Manoli, la pasión de Bea por la música y por cantar, o la pasión carnavalera gaditana compartida con mi “prima” Marta y con José Luis (Don José Luis).
 
 
            Era ayer mismo cuando empecé a escuchar los primeros buenos cantes de Montero por su Canelita, aprender trucos de cocina con toda una maestra como Yuga y saborear una buena comida con Cristina, escuchar los silencios de Amanda que se fueron convirtiendo después en menos silenciosos, el arte, el baile y la gracia de Laura, los detalles dialécticos de Ana Rosa, el hablar de mujeres guapas con Juanjo, mi “novia” sociosanitaria y cordobesa Salud,…
 
 
            Tengo que mencionar que mi ayer personal anterior al curso no era el más animado posible: en mi últimos dos años había tenido la terrible pérdida de mi querido padre (que no te he perdido, porque sigo encontrándote todos los días en mi mente y en mi corazón), el perder también a una de las mujeres que más he amado en mi vida, la falta de oportunidades de trabajo,… En ese tiempo, me he sentido a veces como si estuviera muerto en vida, y si he logrado resucitar, si he conseguido volver poco a poco a la vida, gran parte de culpa la ha tenido la que ya es y será mi familia sociosanitaria del IES Jacarandá de Brenes.
 
 
            A la mayoría de mis compañeros y profesoras los volveré a ver a partir de septiembre en 2º, a otros aún no lo sé y hay otros que ya sé seguro que no estarán. Aunque para mí, sí tengo seguro que todos ellos, todos, estarán no sólo en el ayer, sino que también lo están hoy y lo estarán siempre en el aula de mis mejores recuerdos.

 

martes, 28 de mayo de 2013

“Harry Potter”, el mago más perseguido por todos


 
 
No es oro todo lo que reluce en la magia literaria de Harry Potter, el gran éxito mundial de la autora inglesa J. K. Rowling. Y es que no sólo ha sido una saga perseguida por millones de lectores y de fans incondicionales, sino que también ha sido a la vez duramente acosada por la religión. ¿El principal motivo? Que el famoso aprendiz de mago podría inducir con sus textos al ocultismo, la brujería o incluso el satanismo.  
 
De hecho, en países tan diversos como Estados Unidos, Emiratos Árabes, Grecia o Bulgaria, varios grupos religiosos (protestantes, católicos, ortodoxos) han llevado a cabo una dura campaña para que se prohíba la venta de los libros de Harry Potter, y menos aún que se permita su lectura en colegios o institutos, para salvaguardar a los más pequeños de un contenido que les puede llevar al mal más abominable. Como repulsa a la obra maestra de Rowling, estos mismos grupos han realizado en plena calle hogueras con ejemplares de Harry Potter, argumentando que como con todo acto brujeril, lo más correcto es que esas páginas terminen siendo presa del fuego de la condena. Algo inaudito que suceda esto en pleno siglo XXI, aunque ya sabemos que la actual Iglesia se estancó en siglos atrás con muchas ideas y pensamientos.
 
A pesar de que se sigan produciendo esas prohibiciones y hogueras religiosas, no han mermado la fama que, para bien, siempre se le ha sido reconocida a Harry Potter, sobre todo por incitar a la lectura a muchísimos niños y mayores que nunca les ha gustado leer o que no habían cogido un libro en su vida. Niños y mayores que, después de leerse la saga al completo, ninguno le ha dado por meterse a bruja y realizar conjuros mágicos o a hacer pactos con el Diablo para conseguir la juventud eterna. Digo esto para que esos grupos “antipotter” se puedan quedar tranquilos y las hogueras las dejen mejor para la Noche de San Juan. Y sin libros de por medio.