Un diario personal pertenece exclusivamente a su autor. Y es sólo su autor quien tiene derecho a leerlo, quedando prohibida la lectura de más personas. En cambio, ha habido diarios que en estos años atrás, y aún en el presente, han sido leídos por todo el mundo. Diarios de niños (en este caso de niñas) cuyas mentes infantiles jamás se imaginaron que las primeras páginas escritas de sus vidas se hicieran tan célebres entre millones de lectores y de espectadores, ya que los diarios de las tres niñas que detallo a continuación fueron llevados al cine.
Quizás el diario más famoso que ha sido publicado hasta la fecha es El Diario de Ana Frank. Ana Frank era una niña judía que empezó a escribir su diario con 13 años, y en el cual nos relataba los dos angustiosos años que estuvo junto a su familia oculta de los nazis durante la 2ª Guerra Mundial. Los soldados alemanes acabaron por descubrirlos, y Ana fue llevada a los campos de concentración de Auschwitz y al de Bergen-Belsen, donde halló la muerte como muchos otros judíos. Su diario se quedó en su refugio de Ámsterdam, y su padre, único familiar que sobrevivió al Holocausto, lo recuperó y publicó en 1947, como testimonio que sirviera para evitar en el futuro épocas tan oscuras y desastrosas como la que sufrió su hija.
Fue también el padre de Alicia quien decidió publicar en 1973 el diario de su hija, con el objetivo de prever a los jóvenes sobre las graves consecuencias que pueden traer consigo el mundo de las drogas. Alicia es un nombre ficticio, como todos los nombres que aparecen en Pregúntale a Alicia, salvaguardando identidades y lugares reales. Alicia era todavía una niña de 15 años cuando comenzó a tener experiencias con las drogas, que estaban tan de moda a principios de la década de los 70. LSD, marihuana, y toda clase de sustancias que la llevaron a la locura y a destrozarle la vida por completo, viéndose reflejado en sus tristes y duros escritos. Alicia murió finalmente en su casa de una sobredosis, sin llegar a saberse si fue accidental o premeditada.
Más reciente, un diario del que se ha hablado y mucho, para bien y para mal, es el de la joven italiana Melissa Panarello. En 2004 publicó Los cien golpes, donde describe con pelos y señales su despertar sexual a la temprana edad de 15 años. Masturbación, sexo oral, voyeurismo, lesbianismo, prácticas sadomasoquistas, orgías, intercambios de parejas,… Melissa descubrió todo eso siendo todavía una niña y así lo cuenta en su diario con toda naturalidad y sin tapujos, algo que escandalizó a sus vecinos sicilianos que ya de por sí son de los más conservadores de Italia.
Diarios de horror y guerra, de infiernos y drogas, de tórridos placeres,… Diarios escritos con los ojos de unas niñas que empezaban a percibir sus primeras emociones y sentimientos de las vidas que les tocaron vivir. Vidas que a nadie ha dejado ni dejará indiferente.
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