Tengo un serio problema. Y es que últimamente no paro de escribir. Siempre he sido muy escritor, desde los 9 años, cuando ya tenía en mente dedicarme a ello. Pero ahora soy más escritor que nunca. Ahora escribo y escribo, y cuando estoy seguro de lo que he escrito, lo vuelvo a escribir para llevarle la contraria a la certeza.
Escribo la tercera y última parte de mi trilogía de terror Historias de la mansión de Cruell, a la que me falta muy poquito para terminar la primera versión. Tengo en mente el proyecto de una nueva novela, y en un documento Word aparte apunto ideas sobre la misma. Escribo cada semana en mi blog literario y en otros blogs. Escribo a la gente que visita el universo de Emcharos 2002 y a los lectores de mis libros que se ponen en contacto conmigo mediante correo electrónico.
Escribo encerrado en mi estudio, entre paredes llenas de vampiros, brujas, hadas y ángeles caídos y estanterías adornadas de libros, libros, y más libros.
Escribo en el asiento del bus que me lleva a Sevilla, mientras una señora mayor habla a voces por un móvil y un chaval de pie intenta mantener el equilibrio a la velocidad del tiempo. O en el asiento de un tren que viaja hasta Cádiz, también ahí escribo a la vez que de reojo le miro las piernas a una morena que está la mar de buena.
Escribo sms con palabras entrecortadas para convencer a un amigo pa salí a toma 1 crveza o animar a una amiga que no lo sta pasando na bien cn su novio.
Escribo en el msn a Trolo, Inma, Sergio, Mari Carmen, Raúl y Rocío, contándonos lo que nos ha deparado el día.
Escribo en Facebook, elogiando el maravilloso dibujo de la niña de Rakel, y criticando la corbata tan hortera que lleva puesta Adolfo en una foto de boda.
Escribo la lista de la compra para después ir a Mercadona y no olvidarme del dichoso ambientador de Frescor de colonia de la marca Bosque Verde.
Escribo en una cafetería repleta de gente, esperando saborear un whisky que el camarero se propone a demorar con sus continuos vaivenes.
Escribo en las destartaladas paredes de las calles cual adolescente graffitero, cambiando el bote de spray por un bolígrafo y el dibujo de un duende por el duende de la poesía.
Escribo sin que sepas de mí. Oculto en una palabra. En una frase. En un párrafo. En una historia que no es ni tuya ni mía. Que no es de nadie y que es de todos.
Escribo para reír, para llorar, para olvidarme de todo y para volver a recordar; escribo de los sueños soñados y de los sueños por soñar.
Escribo lo que ni tú ni nadie está dispuesto a escribir: lo que me sale del alma y de los cojones. Sin tabúes ni barreras; con sinceridad y libertad.
Escribo guión, relato, cuento, ensayo, monólogos, teatro,... Le escribo a la tercera edad, a los misterios, a la droga y al mismo Dios. Escribo tanto ahora, tantísimo… Aún así, cuando me voy a la cama por la noche, siempre pienso que hubo algo que se me olvidó de escribir. Que hubo algo que se quedó en el tintero. Ya lo dice el dicho popular: no todo está escrito. Y no lo está, créanme. Todavía hay muchos renglones en blanco por rellenar.
Escribo la tercera y última parte de mi trilogía de terror Historias de la mansión de Cruell, a la que me falta muy poquito para terminar la primera versión. Tengo en mente el proyecto de una nueva novela, y en un documento Word aparte apunto ideas sobre la misma. Escribo cada semana en mi blog literario y en otros blogs. Escribo a la gente que visita el universo de Emcharos 2002 y a los lectores de mis libros que se ponen en contacto conmigo mediante correo electrónico.
Escribo encerrado en mi estudio, entre paredes llenas de vampiros, brujas, hadas y ángeles caídos y estanterías adornadas de libros, libros, y más libros.
Escribo en el asiento del bus que me lleva a Sevilla, mientras una señora mayor habla a voces por un móvil y un chaval de pie intenta mantener el equilibrio a la velocidad del tiempo. O en el asiento de un tren que viaja hasta Cádiz, también ahí escribo a la vez que de reojo le miro las piernas a una morena que está la mar de buena.
Escribo sms con palabras entrecortadas para convencer a un amigo pa salí a toma 1 crveza o animar a una amiga que no lo sta pasando na bien cn su novio.
Escribo en el msn a Trolo, Inma, Sergio, Mari Carmen, Raúl y Rocío, contándonos lo que nos ha deparado el día.
Escribo en Facebook, elogiando el maravilloso dibujo de la niña de Rakel, y criticando la corbata tan hortera que lleva puesta Adolfo en una foto de boda.
Escribo la lista de la compra para después ir a Mercadona y no olvidarme del dichoso ambientador de Frescor de colonia de la marca Bosque Verde.
Escribo en una cafetería repleta de gente, esperando saborear un whisky que el camarero se propone a demorar con sus continuos vaivenes.
Escribo en las destartaladas paredes de las calles cual adolescente graffitero, cambiando el bote de spray por un bolígrafo y el dibujo de un duende por el duende de la poesía.
Escribo sin que sepas de mí. Oculto en una palabra. En una frase. En un párrafo. En una historia que no es ni tuya ni mía. Que no es de nadie y que es de todos.
Escribo para reír, para llorar, para olvidarme de todo y para volver a recordar; escribo de los sueños soñados y de los sueños por soñar.
Escribo lo que ni tú ni nadie está dispuesto a escribir: lo que me sale del alma y de los cojones. Sin tabúes ni barreras; con sinceridad y libertad.
Escribo guión, relato, cuento, ensayo, monólogos, teatro,... Le escribo a la tercera edad, a los misterios, a la droga y al mismo Dios. Escribo tanto ahora, tantísimo… Aún así, cuando me voy a la cama por la noche, siempre pienso que hubo algo que se me olvidó de escribir. Que hubo algo que se quedó en el tintero. Ya lo dice el dicho popular: no todo está escrito. Y no lo está, créanme. Todavía hay muchos renglones en blanco por rellenar.
4 comentarios:
Hola gran amigo ^^ me a encantao tela el nuevo tema sobre tus escritos, veo ke escribir es como tu vida misma, eso está bien y escribiendo se hace uno aun mas grande como escritor, tiene muxo talento y veo en ti un gran futuro, sigues hacin..
Me gusta muxo tu blog lo sigo muxo y no me canso de leerte, me gusta tb espero pronto el 3º libro de la trilogia.. suerte
Excelente.
Has hecho que me conmueva mientras te acompañaba a escribir por aquí y por allá.
Rebeldía viciosa y sana la tuya, bravo.
Un abrazo, querido amigo.
Mián Ros
Me encanta1av5pa13579
Impresionante.....
Tú pasión por escribir es digno de admirar, es algo que iba contigo, en tu propia alma, en tu interior, en tu persona....
Enhorabuena, querido amigo, Un abrazo.
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