Vaya si tenía ganas de poder escribir
por fin este artículo en mi blog. Y aquí lo tengo ya publicado, entre aplausos,
vítores y fuegos artificiales de colores (que se encuentran todos en mi mente
inquieta). Se trata del artículo donde tengo el gustazo enorme de contaros que el
primer borrador de mi nueva novela ya está completamente terminado. Un primer
borrador que ha dado de sí 127 páginas y 38.446 palabras acumuladas, a la
espera de que esos números varíen con el segundo y definitivo borrador.
Por lo pronto, ese primer borrador quedará unos días en
reposo para después poder retomarlo y dejar mi obra lo mejor perfilada posible
de cara a vosotros, mis queridos lectores. Pero ya de primeras, me siento loco
de contento por tener en mis manos una primera versión al completo de mi nueva
e ilusionante novela.
Ha sido
un camino duro, con varios parones y a veces sin tener las ideas muy claras de
lo que quería escribir o de cómo iba a ser el devenir de mi historia. Y a pesar
de esas adversidades, la escritura ha seguido su curso, la historia que deseaba
contar ha seguido su curso. Y ese curso ha desembocado de manera emotiva en el
mejor de los finales: en el punto y final de toda una novela.
De nuevo
(y nunca me cansaré de repetirlo), gracias a toda la gente que me ha apoyado en
ese caminar y que me ha demostrado su interés por conocer mi trabajo, ya sea
personalmente o a través de mi blog o de redes sociales. En especial, mencionar
a mi pareja y a mi tía Manolita Ramos, sin duda las dos personas que más
fuerzas y ánimos me dan para poder conseguir mis sueños como escritor.
El camino
de mi nueva novela no se detiene; continúa adelante y lo seguiréis conociendo paso
a paso aquí, en Emcharos 2002.
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