El
pasado 17 de mayo partía para el gran Carnaval de los Cielos uno de sus mejores
autores. Don Juan Carlos Aragón. El Capitán Veneno. Uno de esos dioses poetas
que han habitado la tierra santa de Cádiz y que sacaba su máximo esplendor
siempre en los meses de febrero. El dios poeta de las coplas más rebeldes, más
canallas y más bellas. Se nos fue un ángel caído, un condenao, un yesterday, un
millonario en emotivas letras del Carnaval de la Tacita de Plata.
Emcharos
2002 rinde este humilde homenaje al que ha sido para mí (junto a Martínez Ares)
el mejor comparsista que he escuchado en ese Carnaval gaditano que tanto admiro.
Recopilo en este artículo algunos de sus mejores momentos vividos en las tablas
del Gran Teatro Falla. Un teatro que hoy llora por la despedida de uno de sus
hijos más predilectos, pero que le deja para la eternidad un legado que
cualquier teatro del mundo ya quisiera tener. Descanse en paz, Capitán, y
gracias, gracias y gracias.
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