Ya sé que no te gusta aparecer en
público, y cuando digo en público me refiero a las redes sociales, páginas web
o blogs. Esta vez me has dado permiso para poder lucir en mi perfil de Facebook
y también en mi blog la primera foto en la que salimos juntos, tú y yo.
¿Es
malo acaso mostrar la felicidad al resto del mundo? Demasiadas penas, desastres
y sinvergüenzas vemos a todas horas en los telediarios. Demasiado mal,
demasiada peste que nos contagia con el pensamiento de “este mundo es una
verdadera mierda y nada ni nadie lo va a cambiar.” Y no debe ser así. No
debería ser así. El cambio tiene que comenzar en cada uno de nosotros mismos. Y
transmitirlo (y contagiarlo) a todo nuestro alrededor.
Hoy
rompo una lanza por la felicidad. Hoy hecho a rodar una iniciativa, una
iniciativa que espero que todo el mundo que me lee la siga al pie de la letra,
tanto en redes sociales como en sus blogs. Vamos a mostrar la felicidad,
nuestra felicidad, en imágenes o en videos. Intentemos dar la vuelta a la
tortilla de los telediarios. Hagamos que nuestros telediarios no sean una
verdadera mierda y se conviertan en algo dulce, algo alegre, algo maravilloso.
Y
en mi telediario particular estás tú, aunque te cueste mucho salir en él y no
te guste ser noticia de nada. Amigos y amigas emcharistas, os presento a
Melibea, mi pareja desde hace justo hoy siete meses. Mi pareja, mi mujer, mi
compañera, mi amiga, mi hermana. Mi todo. Mi telediario de la felicidad. La que
todos los días nada más verla me hace dibujar una sonrisa en mi cara y me
refuerza el ánimo como nadie (igualito que Rajoy y compañía). Es esta una de
las primeras fotos que nos hicimos juntos, en benditas tierras gaditanas. Y la
imagen de hoy, siete meses después, sigue siendo igual de ilusionante. Igual de
feliz.
Gracias
cariño por dejar mostrar mi felicidad al mundo con esta foto. Gracias por tu
compañía, por tus palabras, tus consejos. Gracias por regañarme, por
entenderme, por soportarme. Gracias por tus sonrisas de niña buena, por tus
miradas que hechizan, por tus besos que hacen sanar cualquier herida. Gracias
por ser como eres, por haberte conocido y por seguir conociéndote día tras día,
noche tras noche. Gracias por todo lo pasado, por el grandioso presente y por
un futuro que nos hará aún más felices. Gracias por ese enorme corazón que
dibujamos los dos en la arena de una playa. Gracias por la flecha que nos une
eternamente. Gracias por todos tus TE QUIERO. Gracias por aquel 12 de febrero.
¿Se puede
empezar mejor el día? ¿Hay mejor telediario que el que os acabo de mostrar? Pues
se puede empezar el día muchísimo mejor. Y es que falta por mostrar tu
telediario. Y el tuyo. Y el tuyo también. Hagamos entre todos que esta cadena
de imágenes felices no cese en su andadura. Que siga emitiéndose pues el
telediario de la felicidad. Y que se vaya contagiando más de uno, que falta le
hará.
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