Tras
la gran impresión que me causó la última novela que leí del escritor
estadounidense Dean Koontz, Víctimas (de
las mejores novelas de terror que he leído), me decidí a retomar la lectura de
este afamado autor con otra de sus novelas emblema: Fantasmas. Publicado en 1983, está considerado para muchos de los
seguidores de Koontz como su libro más terrorífico. Y que me perdonen esos
fieles seguidores con lo que voy a decir, pero aun siendo una interesante y por
momentos aterradora novela, para mí no supera en su nivel a Víctimas. Para gustos, colores.
La historia de Fantasmas se concentra en un pequeño pueblo californiano llamado
Snowfield. La joven médica del pueblo, la doctora Jennifer Paige y su hermana
de catorce años Lisa serán las primeras testigos en presenciar que en Snowfield
sucede algo extraño. Una noche, hallan en su casa el cuerpo sin vida de la
asistenta del hogar, fallecida en muy raras circunstancias que Jennifer
desconoce. Pero no será esa la única persona muerta que se encuentren. Otros
muchos vecinos también aparecen muertos en sus respectivas casas, mientras que
otros tantos han desaparecido sin dejar ningún rastro de su paradero.
La policía y los científicos tomarán
cartas en el asunto y será entonces cuando esas cartas empiecen a ponerse boca
arriba. Poco a poco, los supervivientes de Snowfield irán tomando conciencia de
que el responsable de aquellos terribles acontecimientos no es una banda de
asesinos, un producto químico o algún gas tóxico. Es algo más sobrenatural lo
que se ha implantado en el pueblo. Una criatura multiforme que se autodenomina
como el mismísimo Diablo será quien siembre el terror entre los presentes,
cobrándose una nueva víctima a cada instante.
Para que puedan salvarse los que aún
quedan en pie, el ser multiforme les reclamará la presencia en Snowfield de un
hombre en concreto: Timothy Flyte, un viejo especialista en temas satánicos que
conoce toda la verdad sobre el pasado de esa criatura. Será a partir de su
llegada cuando se desate una definitiva y crucial batalla entre el Bien y el
Mal. ¿Quién vencerá? La lectura de la novela os lo dirá.
A
favor: El misterio y el miedo de Snowfield te atrapan desde la primera
página como tan bien nos sabe atrapar un grande del género como Koontz. A
partir de esa primera página, ya será muy difícil que el lector escape sin
querer saber antes qué pasará con el ser multiforme, qué se esconde tras él,
cuál es su objetivo, cuántos y qué supervivientes seguirán con vida,…
En
contra: No es la mejor novela
de Dean Koontz, aunque muchos opinen lo contrario. Después de leer Fantasmas, mi novela recomendada 100% de
este autor sigue y seguirá siendo Víctimas,
pese a quien le pese.
La frase: “No merece la pena desperdiciar nuestras energías temiendo a los
diablos, los espíritus perversos y los seres de ultratumba que acechan en la
noche… porque en último término nunca encontraremos nada más terrible que los
monstruos que habitan entre nosotros. El Infierno está allí donde nosotros lo
creamos.”
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