viernes, 30 de julio de 2010

Issei Sagawa, el caníbal literario

Hace ya un tiempecito que en Emcharos 2002 hablamos del escritor polaco Krystian Bala, que cometió un crimen con tal de inspirarse para una de sus novelas.

Hoy nos volvemos a encontrar aquí con los términos “escritor” y “asesinato” pero de una forma más salvaje e inhumana, aunque el sujeto en cuestión aún no era escritor cuando todo sucedió.

Nos referimos a Issei Sagawa, hoy en día uno de los autores más populares en su Japón natal. Su pasado también fue popular, pero por otras profesiones bien distintas: la de asesino y caníbal.

Todo ocurrió por la curiosidad que siempre había tenido Sagawa por probar la carne humana. Y más todavía, por probar la carne de la “mujer blanca”, su mayor obsesión.

Fue en 1981 cuando llevó a cabo su macabro deseo. Por entonces, era estudiante de Literatura inglesa en la Universidad de París. Allí conoció a una joven y bella estudiante holandesa por la que se sintió tremendamente atraído. Era la chica perfecta para su peculiar banquete.

En efecto, Sagawa la invitó a cenar a su casa. Ella aceptó dicha invitación, pero no fue sushi ni arroz lo que cenaron esa noche. Un disparo de escopeta acabó con la vida de Renée Hartevelt. Y fue Issei quien a posteriori acabó con su cuerpo, engulléndose gran parte de él. En una entrevista realizada, describió la carne humana como suave y sin olor, argumentando que lo que más le había gustado engullir eran los muslos de la holandesa. Tardó tres días en comerse el cuerpo entero. Lo que le sobró lo arrojó a un parque, siendo allí sorprendido por los gendarmes franceses.

Sagawa fue deportado al país nipón, y en 15 meses fue liberado. Un análisis psicológico lo declaraba como loco, lo que imposibilitaba que fuera enjuiciado. De locos, nunca mejor dicho (para que después nos quejemos de la justicia española).

Tras pasar por un hospital psiquiátrico, y con plena libertad, se dedicó a escribir, publicando diversos libros que hablaban de su tema favorito: el canibalismo. En uno de ellos, menciona la muerte de la estudiante Renée y confiesa que continúa teniendo fantasías caníbales mientras duerme. Así que, por si acaso, jamás aceptéis una invitación a cenar de semejante personaje, si no queréis ser el plato principal de la mesa.

2 comentarios:

grangarabaña dijo...

Un saludo. Lo invitamos a visitar la revista de traducción y divulgación de literatura oriental Gran Garabaña en www.grangarabana.com. En nuestra primera edición tenemos un especial de literatura japonesa.

Emcharos dijo...

Muchas gracias por la invitación, será un placer leer dicha revista sobre literatura japonesa.
Un cordial saludo.

Emcharos