miércoles, 18 de noviembre de 2009

Recordando a Allan Rune Pettersson

Una pregunta que da para muchas posibles respuestas: ¿Cuantos escritores han quedado en el olvido? ¿Cuántos libros se han esfumado de los ojos y la mente de los lectores? La lista sería tan interminable como la historia de Michael Ende, pero hoy quiero detenerme en un autor en especial. Un autor de mi niñez.
Su nombre es Allan Rune Pettersson, nacido en 1936 en la ciudad sueca de Estocolmo. Pettersson tuvo varios oficios antes de dedicarse de lleno a la literatura: locutor de radio, productor de televisión, posadero,… Con 29 años comenzó a escribir novelas y obras de teatro infantiles (los niños siempre fueron su mayor debilidad), además de ejercer el trabajo de guionista para la radio y la televisión de Suecia.
El libro de su cosecha que más cautivó a niños y jóvenes fue sin duda La tía de Frankenstein, un emotivo y fantástico cuento de hadas que en el momento de su publicación tuvo una gran relevancia en el país escandinavo, aunque esa aureola nunca llegó a atravesar sus fronteras.
La novela reúne a varios de los monstruos clásicos del mundo de las letras: el doctor Frankenstein y su criatura, el Conde Drácula, el Hombre Lobo, Igor, la Dama Blanca,… entre otros. En esta historia se suceden misterios, terror, drama, amistad, risas, y por supuesto, el imperecedero amor que casi siempre termina triunfando.
Hoy por hoy, muy pocos recuerdan a La tía de Frankenstein y a su creador. Pettersson continuó escribiendo libros para los más pequeños, sin llegar a obtener el éxito que le tocó vivir con anterioridad. El último vestigio que se supo de él fue en 1987, cuando se rodó una serie de TV basada en su joya literaria. Al igual que la novela, tuvo su momento de gloria en aquel año (se llegó a emitir en nuestro país y en más países europeos), pero poco después quedó desplazada al ostracismo.
Yo fui uno de esos lectores que admiró y admirará a este escritor sueco y a su nostálgica obra (descatalogada en España cual libro prohibido), una de las historias que más me apasionaron de niño y la cual contribuyó con su granito de arena para querer dedicarme a lo que hoy hago.
Este post lo escribo para realzar el mito de La tía de Frankenstein y para que aquellos escritores y relatos olvidados por la mala cabeza del lector nunca se lleguen a perder del todo. Muchos de ellos no lo merecen.

1 comentario:

Ersébet von Schlotterstein dijo...

Yo soy de aquella generación que disfrutó con la serie de "La tía de Frankenstei" y que gracias a Youtube sigue disfrutando.

Durante muchos, muchísimos años estuve buscando el libro en que se basaba la serie, pero todos me decían lo mismo: que ya estaba descatalogado y era imposible de encontrar.

Cuál no fue mi sorpresa y emoción al encontrarlo en uno de mis viajes a Alemania por 4€.

Si bien me desilusionó que no fuera igual que la serie, conseguí disfrutarlo y apreciarlo en su forma original, con esos paisajes y esa historia que me hicieron soñar ya casi metida en la treintena.

Gracias por esta entrada.