martes, 19 de enero de 2010

Lo último leído: Dawn

Flores en el ático, de Virginia C. Andrews, ha sido una de las pocas novelas que he leído que ha logrado emocionarme de verdad, haciendo que alguna que otra lágrima me surcara por las mejillas. Trata de cuatro inocentes niños que son aislados del mundo, siendo encerrados bajo llave en una habitación por su cruel madre.
Esa dramática historia consiguió entusiasmarme de tal manera para que me hiciera con un nuevo libro de esta escritora inglesa, que se dedicó de lleno a la literatura después de que una terrible caída por unas escaleras la dejara inválida.
Dawn es una novela posterior a Flores en el ático, que no llegó a alcanzar ni un atisbo del gran éxito de su antecesora. Aunque en realidad, ninguna otra novela de V. C. Andrews ha estado a la altura de Flores en el ático, ni antes ni después de su publicación.
Dawn es una humilde joven que ya está habituada a mudarse de casa cada cierto tiempo junto a sus padres y sus dos hermanos. En Richmond parece que ha encontrado la estabilidad, tanto en su nuevo hogar como en el instituto, donde conoce a un chico especial, Philip, y también a una chica de la que sufrirá más de una trastada, Clara.
Pero pronto esa felicidad se verá truncada con la muerte de la madre de Dawn y la detención policial de su padre, acusado de haber secuestrado a su supuesta hija cuando era un bebé. La joven, atónita a ese suceso, deberá dejar su falsa familia para ir con la auténtica, descubriendo sorprendida que esa auténtica familia la componen Philip y Clara, sus dos hermanos. Además, están sus verdaderos padres y la abuela Cutler, la temida jefa del hotel en donde residen y que hará la vida imposible a Dawn con sus leyes y órdenes.
A partir de aquí, más secretos y mentiras saldrán a la luz, dando a conocer a Dawn toda la verdad sobre su vida y sobre la fatídica noche en que fue secuestrada.
No tan emotiva como Flores en el ático (esta vez no hubo lágrimas), Dawn es una historia dura y despiadada, donde la joven protagonista sufre lo insufrible entre mentiras, traiciones, agresiones y amenazas. Su lectura engancha (se la recomiendo a aquellos que les gusten los culebrones venezolanos), aunque tenga alguna que otra similitud con la renombrada Flores en el ático. Y es que su sombra es tan grande, tan inmensa, que ha dejado sin luz al resto de historias de una autora de la que ya pocos recuerdan en el mundo literario. Otro “caso Pettersson” más para sacar del olvido.

A favor: Historia llena de superaciones, donde a pesar de los palos tremendos que sufre la joven protagonista, nos motiva a que con esfuerzo e ilusión se consigue salir de los malos momentos hacia un camino más agradable y soñado.
En contra: Si has leído con antelación Flores en el ático, puede que ya no encuentres nada nuevo e interesante en esta novela. Dawn tiene muchas similitudes con la flores de Andrews, incluso con el final, más que predecible.
La frase: “Madre una vez me dijo que ella y Padre me habían llamado Dawn porque nací al amanecer. Esa fue la primera de las miles de mentiras que Madre y Padre nos dirían a mi hermano Jimmy y a mí.”

1 comentario:

Lola Montalvo dijo...

Sí, amigo Emcharos, yo leí esta trilogía -por lo menos lo mío fueron tres volúmenes- y me encantó. Creo que es un relato magnífico y que tiene al lector sobrecogido hasta el final.
Te felicito por tu blog, me parece muy bueno e interesante...
Besos miles