martes, 27 de septiembre de 2016

Segunda participación consecutiva de Emcharos en el Certamen de Terror de ArtGerust




Hago un pequeño alto en el camino de mi novela en construcción (que va por buen camino) para regresar a los certámenes literarios. Lo hago en un certamen en el que ya participé el año pasado con mi relato ¡Un, dos, tres, pollito inglés!, con el que no pude obtener ningún premio por desgracia. Este año vuelvo a intentarlo en el Concurso de Microrrelatos de Terror que organiza la Editorial madrileña ArtGerust, que cumple con esta su quinta edición. Una nueva edición que cuenta con una nueva y aterradora temática: los vampiros (la del año pasado era en homenaje a mi admirado Edgar Allan Poe).


Da la casualidad que mi último relato escrito hasta hoy fue el mismo que presenté al IV Concurso de Terror de ArtGerust, que es también el último certamen literario en el que he participado. Un año después, mi nuevo y más reciente relato salido de mi perturbadora mente estará presente en ese mismo concurso. Cosas del destino. Por cierto, que ese nuevo relato tiene su título: La dentista. Esperaremos a noviembre para ver si a mi relato vampírico le sonríe la suerte en mi ilusionante retorno a los certámenes literarios. 


lunes, 19 de septiembre de 2016

El jovencito y eterno Gene Wilder





Mi rincón emcharista “Papel de Cine” rinde hoy tributo a uno de los grandes de la comedia americana, el actor y director estadounidense Gene Wilder. Fallecido tristemente el pasado 29 de agosto a causa del Alzheimer, el nombre de Wilder siempre lo tendré unido a una de mis películas cómicas preferidas: El jovencito Frankenstein (1974), que le daba un exquisito toque de humor a la terrorífica novela de Mary Shelley. Va este pequeño homenaje dedicados a un actor y a una obra que son clásicos en la historia del cine y que siguen y seguirán estando vivos hasta el fin de los tiempos.


lunes, 12 de septiembre de 2016

Una imagen para la felicidad




            Ya sé que no te gusta aparecer en público, y cuando digo en público me refiero a las redes sociales, páginas web o blogs. Esta vez me has dado permiso para poder lucir en mi perfil de Facebook y también en mi blog la primera foto en la que salimos juntos, tú y yo.

            ¿Es malo acaso mostrar la felicidad al resto del mundo? Demasiadas penas, desastres y sinvergüenzas vemos a todas horas en los telediarios. Demasiado mal, demasiada peste que nos contagia con el pensamiento de “este mundo es una verdadera mierda y nada ni nadie lo va a cambiar.” Y no debe ser así. No debería ser así. El cambio tiene que comenzar en cada uno de nosotros mismos. Y transmitirlo (y contagiarlo) a todo nuestro alrededor.

            Hoy rompo una lanza por la felicidad. Hoy hecho a rodar una iniciativa, una iniciativa que espero que todo el mundo que me lee la siga al pie de la letra, tanto en redes sociales como en sus blogs. Vamos a mostrar la felicidad, nuestra felicidad, en imágenes o en videos. Intentemos dar la vuelta a la tortilla de los telediarios. Hagamos que nuestros telediarios no sean una verdadera mierda y se conviertan en algo dulce, algo alegre, algo maravilloso.

            Y en mi telediario particular estás tú, aunque te cueste mucho salir en él y no te guste ser noticia de nada. Amigos y amigas emcharistas, os presento a Melibea, mi pareja desde hace justo hoy siete meses. Mi pareja, mi mujer, mi compañera, mi amiga, mi hermana. Mi todo. Mi telediario de la felicidad. La que todos los días nada más verla me hace dibujar una sonrisa en mi cara y me refuerza el ánimo como nadie (igualito que Rajoy y compañía). Es esta una de las primeras fotos que nos hicimos juntos, en benditas tierras gaditanas. Y la imagen de hoy, siete meses después, sigue siendo igual de ilusionante. Igual de feliz.

Gracias cariño por dejar mostrar mi felicidad al mundo con esta foto. Gracias por tu compañía, por tus palabras, tus consejos. Gracias por regañarme, por entenderme, por soportarme. Gracias por tus sonrisas de niña buena, por tus miradas que hechizan, por tus besos que hacen sanar cualquier herida. Gracias por ser como eres, por haberte conocido y por seguir conociéndote día tras día, noche tras noche. Gracias por todo lo pasado, por el grandioso presente y por un futuro que nos hará aún más felices. Gracias por ese enorme corazón que dibujamos los dos en la arena de una playa. Gracias por la flecha que nos une eternamente. Gracias por todos tus TE QUIERO. Gracias por aquel 12 de febrero.

¿Se puede empezar mejor el día? ¿Hay mejor telediario que el que os acabo de mostrar? Pues se puede empezar el día muchísimo mejor. Y es que falta por mostrar tu telediario. Y el tuyo. Y el tuyo también. Hagamos entre todos que esta cadena de imágenes felices no cese en su andadura. Que siga emitiéndose pues el telediario de la felicidad. Y que se vaya contagiando más de uno, que falta le hará.