jueves, 20 de marzo de 2014

“El castigo de las ratas”: los orígenes del castigo

 

 
El I Certamen de Relatos Fantásticos y de Terror MadTerrorFest, de Madrid, se presentaba como el mejor escaparate del momento para presentar la que para mí era una de las historias más aterradoras que he escrito en mi aún corta carrera como escritor. Cuando la releí una vez terminada, sentí auténticos escalofríos con lo que había sido capaz de crear. Y no es por echarme flores (son los lectores los encargados de tirarte flores o piedras), pero joder, ¡era muy bueno!
 
 
Mis buenos augurios no me decepcionaron, y El castigo de las ratas logró una mención especial que le daba el privilegio de ser publicado en una antología junto a los mejores relatos del certamen. Todo gracias a la Escuela San Buenaventura y a un horrendo castigo que si muchos niños supieran de él, se convertirían enseguida en los mejores alumnos del mundo.
 
 
Las normas de la Escuela San Buenaventura son muy estrictas. Nadie debe desobedecerlas, ni alumnos ni profesores, o se buscarán un grave problema. Así de dura es la directora del centro, la señora Lupe. Una mujer sin contemplaciones dispuesta a acabar con los alumnos más gamberros y poner fin a sus fechorías. Y es ahí donde entra en escena el conocido castigo de las ratas.
 
 
Todos los niños temen al cuarto de las ratas en los colegios. Les horroriza quedarse en una estancia desconocida solos, a oscuras, sin saber qué esconde la respetuosa oscuridad y preguntándose si de verdad allí viven las ratas. Para algunos, el famoso cuarto de las ratas es simplemente una leyenda urbana de los colegios, para asustar a los niños que son malos estudiantes para que así se porten mejor. Sin embargo, en la Escuela San Buenaventura, ese cuarto no es ninguna leyenda urbana. Es real, terroríficamente real.
 
 
Uno de esos malos alumnos de la Escuela, Quino, está a punto de comprobar y de padecer en sus adentros lo que se siente entrando en el cuarto de las ratas. Su mala conducta le ha llevado a merecer y sufrir ese castigo, desconocido para todos los alumnos, ya que los que lo han tenido que soportar no han vuelto a pisar la Escuela. ¿El por qué? Eso tendrás que averiguarlo tú, mi admirado lector, siempre que seas capaz de resistir el severo castigo de las ratas.
 
 
 
“El castigo de las ratas”, relato de Emcharos incluido en la antología de terror “Saborea la locura” (Chiado Editorial): http://www.chiadoeditorial.es/index.php?option=com_content&view=article&id=745:saborea-la-locura&catid=89:coleccaolivros&Itemid=231


1 comentario:

Charo dijo...

La verdad es que el relato pone los pelos de punta, es terror del bueno, del auténtico. Me ha gustado mucho. Enhrabuena!