miércoles, 29 de febrero de 2012

Mi futuro hogar

Estoy construyendo mi futuro hogar. Mi futura casa, esa a la que me iré a vivir el día de mañana si Dios quiere. No sé si solo o con mi mujercita, en caso de que la tenga para cuando llegue ese día. Por supuesto, todos los lectores y visitantes de Emcharos 2002 estáis invitados a entrar en ella. Un servidor os hará de cicerón con mucho gusto.

Os mostraré el jardín, un inmenso jardín que tiene como alfombra un verde y fresco césped, acompañado por robustos árboles, flores violetas, rojas, azules, amarillas,… y confortables bancos de madera para que podamos sentarnos cómodamente para hablar de nuestras cosas o tendernos si queremos dormir esa siesta que tan bien sienta después del almuerzo, hasta que el canto de un jilguero nos suene como despertador.

Los techos serán altos y grandes, de color cielo, moteados con blancas nubes de algodón con forma de caballos, peces y castillos que se mueven en el aire.

El salón principal es como la plaza de cualquier pueblo: más bancos con forma de sillas y sofás, otros bancos con forma de mesa y una fuente de vida cristalina en el centro, y arriba colgado de la pared, un reloj que sonará cada cuarto de hora para avisarnos de que el tiempo nunca es perdido.

Si tenéis hambre, entraremos en mi particular cocina, un pequeño huerto de donde robaremos sabrosas naranjas y fresas. Si tenéis sed, beberemos a la orilla del río Guadalquivir, que si el agua viene del Guadalquivir no debe ser tan mala.

Jugaremos a perdernos corriendo por los largos pasillos de calles estrechas, contemplando a cada lado los maravillosos cuadros que representan fachadas señoriales, elegantes balcones, pintorescas macetas y mujeres guapas y morenas que dibujan ojos llenos de misterio.

Nos informaremos de los telediarios por los chismorreos en los patios de vecinos, comprobando si el mundo va a mejor o a peor, o de si la Pepi le pone o no le pone los cuernos a su marido. Pondremos la radio para oír la mejor música y melodías producidas en la sevillana Calle Sierpes o en el Metro de Madrid.

Y a la caída de la noche, a la hora de dormir, qué mejor cabecera que la del puente de Triana para tener los más dulces y fantasiosos sueños.

Así es mi futura casa, esa que está en ninguna parte… y que está en todos sitios.


viernes, 24 de febrero de 2012

Especial Carnaval de Cádiz 2012: Vergara & Alvarado

El concurso de agrupaciones del Carnaval de Cádiz no es sólo un concurso para autores gaditanos. Son muchos los autores de otras partes de Andalucía que vienen cada mes de febrero a la Tacita de Plata para dedicarle con cariño sus letras. Prueba de ello es una chirigota que viene de mi tierra, de Sevilla, y que en los últimos años se ha convertido en una de las chirigotas más destacadas del Falla. Sus letristas, Juan Carlos Vergara y José Antonio Alvarado, han logrado lo que muy poquitos grupos que no son de la provincia de Cádiz han conseguido: meterse en la gran final del concurso. Y no una, sino hasta dos veces. En 2006 fue con ¡Esto es pa verlo!, y el pasado año repitieron puesto de finalista con Los niños cantores de viena o de manolete.

En este 2012, se han quedado en semifinales con Los herederos del Conde de Salvatierra Eduardo III Izquierda, aunque volvieron a demostrar, por la respuesta además del pueblo gaditano, que tenían merecidos un sitio en la final… y para más. Pero eso ya son otras historias del concurso de las que prefiero no escribir nada. Mejor que entrar en polémicas, vamos a disfrutar con el popurrí de Vergara y Alvarado y de este Conde de Salvatierra al que toda su familia desea que la palme para poder heredar así su inmensa fortuna.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Especial Carnaval de Cádiz 2012: Juan Carlos Aragón

De este autor gaditano y carnavalero de nombre Juan Carlos y primer apellido Aragón se puede decir que nunca, en sus muchas participaciones con su agrupación en el Gran Teatro Falla, ha dejado indiferente a nadie. Controvertido, polémico y sin pelos en la lengua (ni en su pluma de letrista), Juan Carlos Aragón ha conseguido poner en pie y emocionar al público de Cádiz con sus letras y también llevarse a costa de ellas algún que otro abucheo. Pero sin duda son mucho más los aplausos recibidos los que predominan hasta ahora en su larga trayectoria.

En casi treinta años ha escrito tanto para chirigotas como para comparsas. Entre sus chirigotas más recordadas, destacar a Los Yesterday (primer premio en 1999) o Kadi City, ciudad sin ley (1997). En comparsa, mención especial para Los Ángeles Caídos (primer premio en 2002) y Araka la Kana (primer premio en 2007).

En 2012 ha sido finalista con la comparsa La sereníssima (escrita por el autor en la misma Venecia), unos gondoleros venecianos que cantan en italiano y que por ese motivo ha vuelto a estar en el ojo del huracán, otra vez entre los aplausos de sus miles de seguidores y la indignación de muchos otros porque sus letras no se oigan en castellano. Para bien o para mal, Juan Carlos Aragón sigue estando año tras año en boca de todo aficionado al Carnaval de Cádiz. Y que dure muchos años más. ¡Passo a la presentazione!


lunes, 20 de febrero de 2012

Especial Carnaval de Cádiz 2012: El Love

Esta semana, semana de carnaval en muchas partes del mundo, la va ha dedicar Emcharos 2002 al ingenioso e inimitable Carnaval de Cádiz, para destacar a algunos de sus grandes autores en lo que respecta al concurso de agrupaciones celebrado este año.

Para abrir boca, he aquí la chirigota que se ha llevado con todo merecimiento el primer premio, otro más que suma José Luis Ballesteros “El Love”, consagrado letrista gaditano de otras chirigotas triunfadoras e inolvidables como Los príncipes encantados (1991), Una chirigota con clase (1996) o Los Juancojones (1998). Ese nuevo triunfo ha llegado en 2012 de la mano de Los puretas del Caribe, que hace juego con el título de la famosa saga cinematográfica de piratas, pero cuyo tipo hace referencia a los típicos cuarentones que nos podemos encontrar una noche en cualquier discoteca para jóvenes. Os dejo con el video de su presentación, donde “El Love” y los suyos nos enseñan a bailar “el baile de los puretas”, el baile que está pegando más fuerte este mes en la Tacita de Plata y también en el Youtube.


jueves, 16 de febrero de 2012

Los vicios confesables e inconfesables del escritor

Es muy popular entre la gente esa leyenda urbana de que nosotros los escritores solemos tener algún vicio privado o público que nos ayuda a la hora de escribir. No es quizás una leyenda urbana, ya que posiblemente tenga gran parte de verdad, aunque no podemos sumar a todos los escritores en el mismo grupo. Los habrá con y sin vicios, al igual que hay personas a las que les guste y no les guste el chocolate.

Uno de esos vicios es el café, por lo que el escritor, antes de hacerse escritor y antes de comprarse un ordenador para escribir, se compra una buena cafetera que le permita estar bien despierto y espabilado para cuando su musa literaria venga a visitarlo.

A otros les da por el tabaco. Fuman y fuman sin parar, un cigarro tras otro, o de dos en dos cuando tienen mucha prisa por escribir, esperando ansiosos a que el humo del cigarro les muestre una interesante historia para narrar.

Lo de dar vueltas por las calles de tu pueblo o barrio es otro vicio en el que suele caer más de un autor. Estás con un escrito, y de repente te entra la vena de irte a dar un paseo para despejarte y pensar a la vez. Vuelves a tu estudio, te pones a escribir y después de un rato vuelves a las andadas, como si fueras un sereno. Y ese paseo es siempre a pie. Nunca en coche, moto o bici.

El alcohol… De los vicios que más se lleva entre los escritores. Son muchos los que no se sienten novelistas o poetas sin una jarra de cerveza o una copa de vino o de whisky en la mano. Se suele utilizar como ceremonia de clausura en un libro, pero la verdad es que el alcohol también se utiliza en la inauguración y durante el trabajo que se va realizando.

El sexo lo podríamos considerar, además de un vicio, como un desahogo. Conocí a un compañero y amigo escritor que hasta que no echaba un polvo con la primera amiga que se le presentara (al no tener pareja, iba de flor en flor, a veces con previo pago) no podía relajarse ni centrarse para poder escribir en buenas condiciones.

También están a los que les da por hablar solos. Que si el comienzo de la historia la podría cambiar por esto, que si este personaje no me termina de convencer, que si debería añadir más diálogos… De este vicio quizás venga el apelativo que se les atribuye a algunos escritores de “estar como una regadera”.

La marihuana y la cocaína, esto último además de un vicio es un serio peligro para nuestra salud física y mental, también tienen su fama en el mundo literario. Más de una vez un lector nos hace la clásica pregunta de: Tío, ¿qué te has metido para escribir esto? O ¿Qué te has fumado?

¿Es eso lo que quisierais preguntarme a mí? ¿Qué fumo para escribir mis historias? ¿Qué me meto? ¿Qué bebo? ¿Cuántos cafés me tomo o cuántos polvos hecho? Pues siento no ofrecer titulares a la prensa rosa, pero ni fumo nada, ni me meto nada, y de sexo estoy últimamente cortito. Y lo de si bebo o no ya os lo desvelaré otro día, que ahora me voy corriendo que me están esperando los amigos en un bar que se inaugura hoy… ¡¡¡con cerveza gratis!!! ¡¡Yujuuuu!!


martes, 14 de febrero de 2012

Javier Villafañe, el cuentista andariego

Existen escritores que poseen la asombrosa habilidad de poder contar grandes historias sin la necesidad de coger lápiz y papel o sin teclear letras en un ordenador. Porque estos escritores escriben con la voz. Es la voz su lápiz, su pluma, o su teclado. Es la voz del cuentista, un oficio hoy en día que está en peligro de extinción, como los lobos en los frondosos bosques.

Uno de los cuentistas más conocidos en España y en América Latina fue el argentino Javier Villafañe. De niño ya le entusiasmaban los cuentos populares que le narraba su madre o los poemas que le oía recitar a la gente en la calle, y fue ahí donde se empezó a aficionar por el arte de contar historias y recitar poesía. Este entusiasmo se unió a su pasión por los títeres, de los que no se perdía ningún espectáculo que se realizara en su Buenos Aires natal y querido.

Con el paso del tiempo, su amor por contar historias y por los títeres aumentó hasta tal punto que tenía decidido que a sus 24 años quería ser titiritero. Dicho y hecho. El joven Javier se hace con una vieja carreta tirada por caballos a la que llama “La Andariega”. Con ella viaja con sus títeres por toda Argentina primero, para después actuar en otros países sudamericanos como Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay, así hasta atravesar el charco hasta España. Además de cuentista y titiritero de gran éxito y de ser un ejemplo a seguir para muchos otros titiriteros, Villafañe fue también todo un trotamundos. Un estilo de vida que siempre le encantó vivir.

Muchas de sus historias nacían de lo que escuchaba a los demás, sobre todo a los niños, los más propensos a la hora de inventar cuentos o leyendas. A partir de ahí, Javier daba rienda suelta a su imaginación narradora para perfilar gracias a su voz sus relatos poéticos para los más pequeños, como Don Juan Farolero, Los sueños del sapo o Maese Trotamundos por el camino de Don Quijote. Con estos relatos poéticos quiero puntualizar que el artista jamás dejó de lado la poesía, recitando además poemas propios como El gallo Pinto.

Javier Villafañe se llevó toda su vida de aquí para allá, contando cuentos y recitando poemas junto a sus inseparables títeres, ya que cuando lo dejó definitivamente contaba con 75 años. En 1996, a la edad de 87 años, fallecía en su país uno de los últimos y más reconocidos cuentistas. Hay quien dice que Villafañe no murió solo, sino que se llevó consigo un oficio, un modo de vida, un arte del que ya apenas quedan supervivientes. El arte de escribir historias con la voz.


jueves, 9 de febrero de 2012

“El cenáculo de la sangre” nace en Brenes

Es todo un honor para mí poder presentar en Emcharos 2002 a un escritor nacido en mi mismo pueblo de La Vega sevillana, el mismo pueblo de Emcharos: en Brenes. Se llama Jesús Paguillo y el pasado mes de octubre de 2011 presentó en La Carbonería, en Sevilla, su primera novela titulada El cenáculo de la sangre (Bohodón Ediciones), primer libro de una saga de misterio, intriga, sangre y vampiros que apasionará a todo lector sediento de literatura gótica, y de la buena. Todos los detalles sobre el libro y su autor lo podréis leer en su blog http://jesuspaguillo.blogspot.com/, además de informaros allí cómo y dónde podéis haceros con un ejemplar de esta obra vampírica.

Mis mejores deseos para que mi paisano, amigo y compañero de letras Jesús tenga una fructífera carrera literaria y sus trabajos lleguen a los ojos y al corazón de muchísimos lectores, estando tan orgulloso como un servidor de llevarles a estos y a cada rincón literario el nombre de su pueblo, donde además de coger naranjas también se escribe.


viernes, 3 de febrero de 2012

Especial Lo último leído: La revista del corazón

Aun siendo mi género más odiado, hice un esfuerzo sobrehumano para poder leerme de pe a pa una revista del corazón. El cambio de leer a autores como Lovecraft o Stephen King a atreverme con textos de Paquirrín o Belén Esteban era como el océano Pacífico de grande. Y más grande fue la decepción que me llevé tras la lectura. Y es que simplemente no me enteré de nada. De ningún relato recogido en esa antología rosa. Cero patatero.

¿Y qué relato destaco yo ahora en esta crítica sin enterarme bien de cada historia? Está el relato de Jesulín de Ubrique y su esposa María José Campanario, alias “La Campa”, con los líos de si se van a separar, se van a volver a juntar, si uno le pone los cuernos, que si la otra los cuernos los ve sólo en las corridas de toros, la eterna guerra con la Esteban… Otro autor presente es Paquirrín, que vive la vida como ningún otro: fiestecita por aquí, fiestecita por allá, folleteo por aquí, folleteo por acá,… y el pico y la pala que la coja otro para decirle ¡tú sí que vales! Julio Iglesias le da algo de misterio a su obra con la inquietante pregunta de… ¿cuántos hijos tiene realmente? ¿Ocho? ¿Doce? ¿Veinte? Un enigma sin resolver digno de Cuarto Milenio. Como también es un enigma sin resolver si el Príncipe Felipe y la Princesa Letizia irán o no a por el niño. Argumenta el texto que a la tercera va la vencida, así que puede ser un dato revelador de que en una noche loca busquen al principito, siempre y cuando el Rey Juan Carlos les deje tranquilos entre caídas y porrazos. Otra historia que contar de la realeza es la de Ernesto de Hannover, que está sopesando entre whisky y whisky si debería dejar la bebida… dejarla mejor escondida para que su mujer Carolina de Mónaco no la pille y la tire por el retrete.

La boda del año entre la Duquesa de Alba y Alfonso Díez tendrá una segunda celebración en la Residencia Gerón en Sevilla (todos los residentes mayores de 90 años entran gratis); Ricky Martin sale del armario y nada más encontrarse con Falete vuelve a entrar; Zapatero hace caso a sus hijas y formará un nuevo partido político góticosocialista; el festival de misses que prepara Silvio Berlusconi en Madrid con varias “jovencitas” del colegio San Ildefonso como serias candidatas a ganarlo; la también ya jovencita Andreíta sigue sin comerse el pollo y prefiere ahora comer po… eso, po otras cosas; el pollo a la Pantoja vuelve a triunfar en los restaurantes de todas las cárceles del mundo; y otras que triunfan en la música son Yola Berrocal, Karmele Marchante y Leticia Sabater, elegidas para que se vayan a Azerbaiyán a Eurovisión representando a España y que no vuelvan más ni de visita.

En fin, que sigo sin comprender nada de todo esto. Así que si algún lector se ha enterado de qué va cada historia de este libro, que haga el favor de explicármelo. Pero muy de… te… ni… da… men… te. Tantos enredos juntos no son fáciles de asimilar a la primera. Ni a la segunda. Ni a la tercera…

A favor: La revista del corazón es reciclable. Si te arrepientes de haberla comprando, ya sabes: al contenedor azul. Le harás un gran favor al medioambiente.
En contra: Belén Esteban contra Jesulín y la Campa, Isabel Pantoja contra Cachuli, Tita Cervera contra su hijo, Rocío Carrasco contra Antonio David,… y muchos contras más.
La frase: “¡Andreíta, cómete el pollo!” Yo Belén, princesa del pueblo, ¿vale?


miércoles, 1 de febrero de 2012

Especial Libros prohibidos: Playboy

Puede que nunca nos hayamos dado cuenta, pero nosotros, los hombres, hemos tenido durante las etapas de infancia-adolescencia y en nuestras propias manos (normalmente en una mano) un auténtico libro prohibido: la revista Playboy. Ese, quizás, ha sido el primer libro prohibido que ha poseído el ser humano (normalmente un varón).

Algunos lo han tenido a edades muy tempranas, ocho o nueve años, sin apenas darse cuenta del valor de esas páginas (valor siempre venido a pares, y con muy buenos pares). Otros han tardado un pelín más, a los doce o trece. Y los más conservadores, a los dieciséis o diecisiete. Pero lo que sí es seguro es que antes de la mayoría de edad, el niño ya se ha hecho más de una sesión de zambomba.

Al tratarse de un libro prohibido, el ejemplar obtenido del hermano mayor de un amiguito tuyo o de cualquier otro adulto, debe estar oculto a ojos de los demás. Sobre todo, a ojos de tu familia. En el baúl junto a la ropa, debajo de la cama, en la estantería escondido tras los 12 tomos de la enciclopedia, en un cajón lleno de posters de Pamela Anderson,… Bueno, mejor cambiar los posters de Pamela por los de Doraemon y Pau Gasol. Cualquiera de estos sitios puede valer como escondite de tan preciado objeto de deseo.

Al igual que hay que saber dónde esconderlo, también hay que saber cuándo es el momento oportuno para sacarlo y leerl… Bueno, más que leerlo, para verlo. Que yo sepa, nunca hasta ahora se han leído tales partes de la anatomía femenina.

A lo que íbamos: tu casa debe estar vacía de gente. Y estate seguro de que nadie va a llegar de improvisto a husmear. Porque si tu vecina viene a por azúcar, y te ve empalmado, puede que te diga que además de azúcar le des un empujoncito. Si tu vecina está buena vale, pero si es como Carmen de Mairena… Te ahorras el mal trago y la bajada de mástil.

El lugar predilecto para abrir las páginas de Playboy es el baño. Te bajas los pantalones, te sientas en el trono casero y a contemplar bellezas. Y cada vez nos vamos animando más, y más, ¡¡¡y más!!! Llegas a un punto crucial en que el libro te engancha de tal manera que ya no puedes parar. ¡Joder, es el mejor libro que ha pasado por tu mano izquierda! El sugerente comienzo, los personajes tan atractivos y reales, los giros y diferentes posturas y salidas de la historia, los diálogos tan escuetos y directos, ¡la incesante acción! ¡el triunfo del amor! ¡El libro está del copón!

Y cuando ya estás llegando al final, cuando todo está a punto de resolverse, cuando estás a las puertas de alcanzar el clímax del relato,… Tu padre aporrea la puerta del baño y te dice que te des prisa, que se está jiñando, y el libro prohibido vuelve a estar oculto entre las toallas de un cajón. Lo peor de todo es que te han dejado sin el apoteósico final. Y eso te duele, aunque más que doler, deprime. Pero no importa, otra vez será. Lo malo de todo es que tu padre una vez dentro del baño, descubra la revista… y el final lo remate él. La depresión ya es absoluta.