viernes, 30 de abril de 2010

¿Ángel o Demonio?

Como nos pasa a muchos… Yo también tengo un ser diminuto sentando a cada lado de mis hombros. Un ser blanco; el otro rojo. Uno lleva alas; el otro es un cornudo. Uno con cara angelical; el otro, cara endemoniada. Uno me da buenos consejos, con voz melodiosa; el otro me grita hasta dejarme sordo, pinchándome con un tridente en mi cuello para que le obedezca.
¿Qué hacer? En lo que a mí respecta, siempre he hecho más caso al ángel que al demonio. Soy de esos buenorros que a veces parezco hasta tonto. Y no digo esto para venderme bien en mi blog. Es la pura realidad. Soy bueno y a veces (muchas) soy tonto.
En lo que a mis escritos se refiere, he tenido un gran acercamiento a la Luz y a las Tinieblas. Con Cuentos de Semana Santa, escribía a la vera de Cristo crucificado, teniendo al otro lado a María Santísima de los Dolores en su Soledad. Con las Historias de la mansión de Cruell, he coqueteado con el mismísimo Diablo y sus abrasantes infiernos. He hecho dudar a mucha gente de que si escribo en el nombre de Dios o llevo tatuada en mi piel la firma de Satán.
Tengo la iniciativa de pedirte las cosas “por favor”, pero me canso ya de seguir siendo un buenorro. Estoy harto de seguir haciendo el tonto. Y no voy a pedirte más las cosas “por favor”, vas a dármelas porque sí, porque las necesito ¡¡¡YA!!! No voy a dar más buenos días, buenas tardes ni buenas noches. Voy a pasar de la gente como la gente pasa de mí por las calles. Si estoy mal con la garganta, eso no va a impedir que me tome un buen helado de vainilla. Hasta puede hacer que me cure más que una mierda de pastilla que te deja grogui.
Después cogeré tu coche, ese mismo Seat Ibiza con el que me has enseñado a dar un par de clases prácticas de conducción. ¿Qué no te fías? Son menos fiables los que conducen con carnet, con la tranquilidad plasmada en sus rostros de que nunca les pasará nada, vayan como vayan.
Iré a tu casa, pero ¡¡BASTA!! de entrar por la puerta y preguntarle a tu padre si vas a poder salir a dar un paseo. Treparé hasta tu balcón, entraré sin permiso en tu dormitorio y en tu cama te demostraré al demonio que llevo dentro.
Cuando termine, me marcharé con los amigos a beber whisky barato como un cosaco y a potar desde lo alto de un puente, llevándose mis vómitos un tren de cercanías que se despide de mi borrachera bajo mis pies.
Una vez que llegue a casa, a las 7 de la mañana, no pienso acostarme ni ponerme a escribir ni ver a los cuatro gilipollas de turno que salen en la tele. Me subiré al tejado como los gatos, encenderé un cigarrillo mientras sale el sol y le maullaré al Astro Rey de que en esta vida, o te conviertes en una persona con cierta maldad, o te tomarán por tonto durante toda tu existencia. Eso sí, compadre Lorenzo, tú no me seas ya malo del todo que estamos aún en abril, y vaya si se nota tu sofocante malicia…

miércoles, 28 de abril de 2010

Emcharos cumple 1000 descargas en Bubok

Si para mí fue un gran acontecimiento el llegar a las 500 descargas de mis libros en la editorial Bubok, alcanzar las 1000 ya es el doble de felicidad, de ilusión y de ganas por seguir escribiendo.
Se llevan la palma las Historias de la mansión de Cruell, los dos libros de esta trilogía de terror (a falta de que se publique el tercero) que suman en total 364 descargas. Un gran éxito para los amantes del horror.
LSD continúa en la segunda posición de descargas, con 236. Un guión inquietante y actual que está gustando mucho a los lectores más jóvenes.
El tercer puesto lo ocupa mi novela maldita Yo fui un maldito, con 221. Poco a poco, la maldición del viejo Onofre va acaparando la atención de más lectores. La historia lo merece, créanme.
El último lugar, pero sin desmerecer su número de descargas, son para los Cuentos de Semana Santa, muy cerquita de Yo fui un maldito con 220. En esta Semana Santa tuvo una importante subida de descargas, como ya ocurrió el año pasado por esas mismas fechas.
A todos ellos, a todos los lectores de los misteriosos relatos de Cruell, de los chicos fiesteros del LSD, a los miles de fieles de la Santísima Vera – Cruz, y a aquellos que están tan malditos como un servidor, MIL GRACIAS.

viernes, 23 de abril de 2010

jueves, 22 de abril de 2010

La gran aventura de escribir

Escribir es para mí vivir una gran aventura cada día. Ya paso de las “aventuras” amorosas de los famosos de la tele o de las mágicas emociones del cine en 3D (aunque reconozco que espero ir pronto a ver la “Alicia” de Burton). Cuando tengo ganas de vivir una aventura real, trepidante, intensa, fantástica, ¡¡cojonuda!!, me pongo delante del ordenador o de un folio en blanco y escribo. Y escribo…
Y escribo sobre una expedición científica que viaja en avión hacia una isla desconocida para el ser humano, cuya atmósfera habitable vuelve loco de remate a aquel que la respira. Una atmósfera que contagia hasta a las nubes, que incluso la pueden sentir los pilotos de ese avión, unos pilotos que pierden la cabeza de repente, queriendo estrellar el avión, ¡¡pero que un miembro de la tripulación intenta impedirlo, quiere hacerse con el mando del aeroplano, pero no le dejan los alocados pilotos, mientras se aproximan peligrosamente a una montaña, y…!!
Y escribo sobre un abogado absurdo, que todo lo que hace es absurdo. Ve absurdo afeitarse sabiendo que enseguida le volverá a crecer la barba; absurdo montar en bicicleta sabiendo que se puede caer; absurdo hacer de comer, habiendo a mano tantos McDonald’s, restaurantes chinos y Kebab; pero una buena mañana, su mentalidad cambia de improvisto, se despierta tarareando una canción de Madonna, se levanta sonriente mirándose al espejo, se peina bien peinado, ¡¡se afeita bien afeitado, se desayuna una tostada con manteca colorá, monta en la bici que nunca montaba, y…!!
Y escribo sobre los mil y un amores de un galán bandolero, temido por los ricos y pretendido por los besos y las fantasías de mil y una mujeres. Un bandolero enamorado de las caricias de María, enamorado de la mirada de Juana, enamorado de las palabras de Paloma, del cuerpo de Luisa, de la sonrisa de Dolores, la alegría de Esperanza,… Hasta que una joven risueña se cruza en su camino de la Sierra Morena, se intercambian los papeles y ya no es el galán bandolero quien roba, sino que es a él quien le roban el corazón, ¡¡pero él no puede amar de verdad, no quiere amar a una sola mujer!! Furioso, rapta a la joven, ¡¡se la lleva a caballo, corriendo como el viento, y…!!
Y sigo escribiendo. La aventura no ha hecho más que empezar. Incluso está aquí, en Internet. En cualquier chat, en cualquier red social o blog, puedes empezar a escribir una de las aventuras más emocionantes de tu vida: la de la amistad y el amor verdaderos. ¿A qué esperas? Sácale punta a tu lápiz, y escribe. Te espera una gran aventura que quizás nunca olvides. Esa en la que conoces a un chico muy simpático o a una chica muy agradable, en donde habláis de todo, reís por todo, os preocupáis el uno por el otro, ¡¡desaparecen las penas, se avivan las ilusiones, los sentimientos afloran, llamativos colores sombrean nuestras caras, y…!!

martes, 20 de abril de 2010

Una canción por Haití

Enviad un sms con la palabra HAITI al 28011, y podréis descargaros en vuestro móvil “Ay Haití”, una canción compuesta y escrita por varios artistas (Alejandro Sanz, Bebe, Miguel Bosé, Shakira,…) y a la vez, ayudareis enormemente a los más necesitados por el terremoto de Haití.
Sobran más palabras… o no:

jueves, 15 de abril de 2010

Libertad y Soledad

Libertad y Soledad. Esas son ahora mis dos mejores amigas. Mis dos “novias”. Las que más calor y cariño me están dando últimamente, más incluso que la barra de un bar (quién me lo iba a decir a mí).
Dos mujeres maravillosas y exuberantes, que cada uno de nosotros debería conocer al menos una vez en su vida. Pero sólo una vez. Vale, dejémoslo en dos para los más viciosos. Tampoco es recomendable caer en sus compañías incesantemente, porque como la más dura de las drogas, te enganchan y si no consigues soltarte a tiempo estás perdido. Más perdido de lo que ya podías estar. Ellas están ahí para acompañarte hasta la puerta de salida. No para que te pierdas más aún en la nada.
Libertad para caminar por distintos caminos de flores y por diferentes sendas pedregosas; Libertad para respirar el aire más saludable o perjudicial para mis pulmones; Libertad para deleitarme con las bellas mujeres que pasean sus encantos; Libertad para las sonrisas, los guiños, los besos en la lejanía, la fidelidad e infidelidad; Libertad para atender a un amigo que requiere de palabras consoladoras y para desafiar a un enemigo que me esperará en el instante menos esperado a la vuelta de la esquina; Libertad para dejarme barba de una semana o raparme al cero, para vestir con una camiseta de rock satánico o quitarme las gafas para no ver lo que no quiero ver.
Soledad… Soledad para mis pensamientos, para mis preguntas y respuestas, para los ojos con que veo mi vida reflejada en el empañado espejo; Soledad para volver a escribir, sentándose a mi lado mientras tecleo letras en mi ordenador, susurrándome al oído lo que debo o no escribir; Soledad para ayudarme a reflexionar, para gritar, guardar silencio, llorar y reír; Soledad para volverme cuerdo o continuar completamente loco; Soledad para subirme por las paredes o para bajarme a los infiernos; Soledad para los hermosos recuerdos que quedaron atrás y para la desesperanza de que el futuro será peor, mucho peor.
Una lectora de mi blog me escribió un correo ayer, diciéndome que escribo mejor cuando estoy triste que cuando rebozo alegría. Quizás tenga razón,… pero qué putada es estar escribiendo con Tristeza. Tristeza, otra de mis recientes “novias”, aunque a esa ya le dí calabazas. Y espero hacer pronto lo mismo con Soledad y Libertad. ¿Alguna candidata para ocupar esas vacantes? El plazo queda abierto a partir de hoy.

lunes, 12 de abril de 2010

Nada más, salvo silencio a mi alrededor

¿Dónde quedó el amor verdadero? ¿A dónde fueron los besos que eran para toda la vida? ¿Los “te quiero hasta que la muerte nos separe”? ¿Quién escribe hoy los cuentos de hadas? ¿Las hermosas historias de dulces princesas y príncipes encantados? ¿Los finales felices comiendo perdices?
Me he levantado hoy escuchando la maravillosa música del maestro Yann Tiersen y pensando en el amor puro. El amor sincero y real, que existiera cientos de años atrás con Lord Byron y Beethoven, con Bécquer y Rosalía de Castro. El tiempo pasa, y los sentimientos también lo hacen. Y el amor se ha quedado hoy en día con el aberrante calificativo de “anticuado”.
Una amiga mía me dijo hace poco que vivíamos en la época de los “follamigos”. Amigos con derecho a roce y sin más compromiso que el carnal, ya me entendéis. Y llevan toda la razón esos “follamigos”. ¿Quién se atreve ya a enamorarse de verdad? ¿Quién es el valiente que está dispuesto a poner sus sentimientos y emociones en juego tal como está el patio? ¿Quién no teme al dolor del corazón, al vacío del alma, a las lágrimas cayendo en unas mejillas frías, que ya no tienen el calor de la persona que más amaba?
Claro está que todavía hay lugar para la esperanza. Hay gente que aún siente el extraordinario e imperecedero amor que Romeo le mostraba a Julieta a los pies de su balcón. Un amor difícil de encontrar, pero que se mantiene palpitando por las calles de nuestro barrio, nuestro pueblo o nuestra ciudad. El problema, amigos lectores, es que ese pálpito es tan pequeño, tan débil, que apenas lo podemos oír. Por más que uno preste atención, por más que se afine el oído, no llegamos a escucharlo bien del todo.
¿Podéis oír clamar a la tristeza, a la venganza, al odio, la muerte o a las injusticias? ¿Oís al niño que llora porque se siente solo? Seguro que sí. Pero… ¿oís al niño que vive entre nubes de colores porque ha conocido a una niña de sonrisa de caramelo? ¿Se oye a ese hombre mayor que tiene aún fuerzas suficientes para seguir amando? ¿Y a esa mujer maltratada por el puto amor buscando dejar atrás los caminos de espinas para adentrarse en caminos de rosas? ¿Los oís? ¿Escucháis su latir? ¿Lo escucháis de verdad?
Ya, sé que no. Pero tenedlo siempre en cuenta. El pálpito existe, y está ahí para ser escuchado y no ignorado. Y para los que seguís ignorándolo, que seréis más que los que escucháis, os dejo que al menos oigáis buena música. Quizás os ayude a sentir claramente al oculto y verdadero amor, ese que tenéis más cerca de lo que pensabais. Oíd, oíd su incesante latir...

miércoles, 7 de abril de 2010

La Cita del Día 11

“La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido.”

William Shakespeare, escritor inglés.

lunes, 5 de abril de 2010

Punto y seguido… o no

Vuelvo a las andadas, como dirían los Estopa en el comienzo de una de sus canciones. Tras un mes sabático donde lo que menos deseaba era encerrarme en mi estudio y sí estar en la calle (o en los bares) yendo de un lado para otro como un perro abandonado, regreso a mi añorado blog.
Ha sido un mes muy complicado para mí y también para mi familia. Un mes sin saber qué pensar, qué hacer, qué decir. Si seguir adelante con mi vida como si nada malo me hubiese pasado, o mejor arder de golpe antes que consumirme lentamente. No es la primera vez que pienso esto último que en su día pensó Kurt Cobain, líder de Nirvana. El pensar que ya lo habías hecho y tenido todo en tu existencia: unos padres ejemplares, la dulce e inocente niñez, los juguetes que le habías pedido a los Reyes Magos, mi sueño cumplido de ser escritor, contar historias y que la gente te lea, ver esa película que tanto te hacía reír, leer ese libro que tanto te hacía llorar y escuchar esa canción que tanto te animaba, los grandes amigos, las buenas fiestas acompañadas de una innecesaria borrachera, la playa y la montaña, el sol y la nieve, los pañuelos de lágrimas, las decepciones, las peleas, la verdad y la mentira, el amor y el desamor, la felicidad y la tristeza,… Piensas que ya no te queda nada que vivir ni nuevas ilusiones que experimentar.
Por lo pronto, he tomado la decisión de seguir adelante. Por lo pronto, porque a largo plazo sigo sin tener las ideas muy iluminadas. En estos últimos días, y después de los acontecimientos que me han azotado como una fuerte y dura tormenta, me han quedado muy claras dos cosas: que en esta vida, nada, absolutamente nada es seguro aunque tú creas que sí lo es; y que, por desgracia, no siempre podemos quedarnos con lo que más amamos. Esas son dos reglas básicas en el juego de la vida. Da igual que las quieras aceptar o no. De todas formas, las vivirás. Tarde o temprano, a todos nos llegará ese turno de partida.
Para los mal pensados, esto no es una carta de suicidio ni nada que se le parezca. Lo dicho, por ahora seguiré con mi vida, seguiré escribiendo en mi blog cada semana y seguiré almorzando macarrones con tomate. Lo que pase conmigo el día de mañana no lo sé. No tengo aún seguro qué me va a ocurrir dentro de unos minutos, así que menos seguro estoy del día de mañana, si es que llega ese día. Quién sabe si llegará…