Y yo que creía que las niñas sólo se volvían locas cuando veían de cerca a Beckham, El Duque o a David Bisbal. ¡Pero que se pongan a llorar y gritar por una novela! Eso es algo que no he visto nunca, ni siquiera con uno de los últimos fenómenos literarios, Harry Potter. Y la que lo ha conseguido ha sido una escritora norteamericana, llamada Stephanie Meyer, con Crepúsculo, primero de los cuatro libros que conforman una romántica y juvenil saga de vampiros.La sucesora de Anne Rice en los best seller de literatura vampírica ha logrado colocar de golpe esos cuatro libros entre los diez más vendidos en España. O sea que casi la mitad del Top Ten hispano de las letras pertenece a la señora Meyer.
La idea de escribir estas historias, afirma la autora, llegó mediante un sueño que tuvo en 2003, dos años antes de que en EEUU se publicara Crepúsculo. Un sueño que ya le ha hecho muy famosa, muy rica, le ha permitido dar el salto a la gran pantalla y lo más importante de todo: nos ha hecho ver que no sólo las quinceañeras enloquecen por los futbolistas, los actores o los cantantes guapos. Ahora las novelas guapas vienen empujando fuerte en ese colectivo adolescente.
Bien por Stephanie. Bien por Crepúsculo.
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