martes, 3 de junio de 2008

El misterioso mundo de los escritores 2: Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús, además de ser una mujer religiosa, Doctora de la Iglesia, mística y fundadora de las carmelitas descalzas, también tuvo tiempo para ser escritora. Su literatura mística y devocional constituye una obra maestra única en la prosa española.
Uno de los detalles más curiosos y enigmáticos en la vida de Santa Teresa se produjo tras ingresar en el convento carmelita de la Encarnación. Se cuenta que en el año 1555, mientras sufría una grave enfermedad a causa de los severos ejercicios religiosos que la tenía postrada en una cama, tuvo la visión sorprendente y maravillosa de Jesús y de sus ángeles divinos. Algo milagroso que carecía de una explicación sensata entre las monjas del convento sobre lo ocurrido.
Pero no menos asombrosa fue su siguiente visión: la del mismísimo Infierno y sus terribles demonios. Había pasado de repente de la visión celestial a la visión de las tinieblas. De la luz del día a las sombras de la noche. Las monjas carmelitas dudaron más aún de esta segunda visión, a la que achacaron por la enfermedad que sufría Santa Teresa y que la hacían delirar y tener sueños extraños. Sin embargo, la escritora religiosa siempre creyó firmemente en lo que había visto. No era ningún sueño o una alucinación sufrida por su mal estado de salud. Para ella, todo lo que le sucedió era real. Todo aquello que vio, existía.
Este hecho, fuera o no cierto, es de los pocos que constan en la vida de un escritor o escritora, que afirma con rotundidad haber presenciado con sus propios ojos el verdadero Cielo e Infierno.

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